Desde 2013, la OMS ha recibido mil 500 informes de productos falsos y de baja calidad, el problema se extiende a todo, desde medicamentos para tratar el cáncer hasta píldoras anticonceptivas.
Uno de cada diez medicamentos vendidos en países en desarrollo es falso o de poca calidad y eso provoca decenas de miles de muertes, muchas de ellas de niños africanos que reciben tratamientos ineficaces para la neumonía y la malaria, dijeron este martes autoridades sanitarias.
En un análisis del problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que los medicamentos falsos son una creciente amenaza porque el comercio farmacéutico, incluidas las ventas por internet, abre la puerta a productos en ocasiones tóxicos.
Algunos farmacéuticos en África, por ejemplo, dicen que se ven obligados comprar a los proveedores más baratos, aunque no necesariamente los más seguros, para competir con los vendedores ambulantes ilegales.
Los medicamentos falsos pueden contener dosis incorrectas, ingredientes erróneos o ningún ingrediente activo. Al mismo tiempo, un número preocupante de fármacos autorizados no cumple con los estándares de calidad debido a un almacenamiento inadecuado y otros problemas.
Es difícil cuantificar la magnitud del problema con precisión, pero un análisis conjunto de la OMS de 100 estudios del 2007 al 2016, que abarcó más de 48 mil muestras, mostró que el 10.5 por ciento de los medicamentos son falsos o deficientes en países de bajos y medianos ingresos.
Las ventas de productos farmacéuticos en dichos países ascienden a casi 300 mil millones de dólares al año, lo que implica que el comercio de remedios falsos es un negocio que alcanza los 30 mil millones de dólares anuales.
El daño humano es enorme, según un equipo de investigación de la Universidad de Edimburgo, al que la OMS le encargó estudiar el impacto de los medicamentos falsos. Calcularon que hasta 72 mil muertes por neumonía infantil podrían atribuirse al uso de antibióticos de acción reducida, aumentando la cifra a 169 mil si los fármacos no tuvieran actividad.
Los medicamentos de baja calidad también se suman al peligro de la resistencia a los antibióticos, amenazando con perjudicar la potencia de los fármacos que salvarán vidas en el futuro. Otro grupo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres estimó que 116 mil muertes extra por malaria podrían ser provocadas cada año por fármacos defectuosos para combatir la enfermedad en África subsahariana.