Tomado integro de…The San Diego Union Tribune
Fotos de Izarelly Rosillo
Miles de concheros, danzantes de vestuario prehispánico y conchas de mar en los pies, cumplieron hoy su peregrinación religiosa que data de 145 años en conmemoración de su origen Chichimeca, en el estado mexicano de Querétaro.
La veneración de la Santa Cruz de los Milagros en Querétaro reunió a más de 20.000 danzantes de diferentes regiones de México en cruzan la ciudad de Santiago de Querétaro hasta el llamado Cerro del Sangremal donde llevan a cabo su danza ritual.
Al retumbar de los tambores durante la procesión, se añade el ruido de las conchas de mar y los cantos de los danzantes en una celebración considerada como la más grande reunión de concheros en todo México.
Los orígenes de esta marcha-danza se remontan al año de 1531, los primeros años de la conquista de México, cuando ocurrió una batalla entre españoles y chichimecas, una de las culturas primarias que se extendía por lo que hoy es el actual estado de Querétaro.
Durante esta batalla, que tuvo como escenario el Cerro del Sangremal, ocurrió un eclipse solar, el cielo se abrió y descendió el apóstol Santiago, incorporado hace años al nombre de la ciudad capital del estado, dijo a Efe el danzante llamado Xitlalcoatl.
“Hay batalla entre chichimecas y españoles, en Cerro del Sangremal de aquél entonces y, se supone o se dice, que tanto los chichimecas como los españoles estaban en plena batalla cuando ocurre un eclipse”, informa.
Precisa que durante el eclipse de sol, se abre el cielo “y baja el apóstol Santiago y al mismo tiempo desciende una cruz, que es la que se supone que está en el templo”.
Además de venerar la Santa Cruz de los Milagros, los danzantes aprovechan la oportunidad para rendir tributo a otros santos, como lo hace el grupo de bailarines que capitanea José Antonio Zamora Rodríguez, del central estado de Guanajuato.
“Estamos dedicando nuestros bailes al Señor de Ojo Zarco, del pueblo de Ixtla, Guanajuato, y ahorita venimos a venerar a la Santa Cruz de los Milagros”, manifiesta.
La tradicional danza tiene mucho de fondo, pues no solamente se trata de bailes rituales sino también de una importante inversión en los vestuarios de los participantes.
Al respecto, Luis Alberto, del grupo Dioses y Guerreros, explica un poco del costo y origen de sus atuendos.
“El traje es lo que tú le vas invirtiendo, ahorita en el penacho traigo cerca de 10.000 pesos (unos 532 dólares), esto pues me lo regalaron, no tiene precio para mí porque son regalos de los nativos indios americanos”, sostiene.
El clímax es cuando los concheros descienden del viejo cerro del Sangremal, una festividad que reúne a cientos de turistas que llegan a presenciar este ritual de siglo y medio de tradición, lleno de mística y espiritualidad.
La festividad se inicia la noche del 12 de septiembre, con la llamada velación en la que danzan durante toda la noche y el 13 de septiembre ofrecen bailes por las calles en procesión al Cerro de Sangremal y el 15 de septiembre todo culmina con una misa católica.