Septiembre 21 de 1996,
Escribe Brian Montero
Entonces llego la noche,
llena de paz y quietud,
solo le faltaba algo,
ese algo, tú.
Mi vida sigue tan negra,
como la oscuridad sin luz,
le hace falta un lucero,
y ese lucero, tú.
La noche tiene estrellas,
tantas que no se pueden contar,
y mi corazón lleno de amor,
ansia irte a buscar.
Ese color tan blanco,
de la luna que me hace soñar,
jamás podrá compararse,
con la belleza de tu mirar,
Hay tantas cosas,
que he visto en la tierra desde ayer
pero nada podrá compararse,
con la belleza de ti mujer.