Por Raúl Rosillo Garfias
Mesa 32.- Dice el dicho y lo dicen muy bien: “No sabrás quiénes son tus verdaderos amigos hasta que caigas en desgracia”, pero también señala que nadie es indispensable en la vida del otro, que todos tienen un tiempo señalado y que el camino está definido. Tal vez los políticos de hoy lo saben muy bien; por eso se han llenado de avaricia, de arrogancia y de apatía para atender a los ciudadanos, que en el pasado mes de junio entregaron su voluntad para que continuaran al frente del gobierno. Y no es precisamente del titular, que tiene nombre y apellido, sino del séquito que le sigue inmediatamente. La verdad, lo dejan mal parado. Solo basta escuchar a los verdaderos analistas y a la gente del círculo rojo cercano a la Secretaría de Gobierno. Se darían de topes y empezarían a entender el daño que le están haciendo al alcalde y a su partido, o bien, de otra manera, al “Legado de Bien Común”, que se ha incorporado como frase lapidaria en el discurso.
Mesa 32.- El partido brilla en la más absoluta ignominia, no existe, no se ve por ninguna parte, no hay quien defienda el trabajo de un alcalde que con méritos propios ha estado trabajando más horas de las que le pueden exigir. Baste salir a las calles, ver la limpieza que ya se nota en ellas, el trabajo de reconstrucción de algunas vialidades, a pesar de las críticas, ahí está. Y la más reciente es la que señala el mal estado en que se encuentra la Avenida Universidad. Todo un reto, esta avenida que en otros tiempos se conocía como el viejo camino a la comunidad de El Sitio, con su puente viejo en el Arroyo de Zondha, puente que se construyó en la época colonial cuando San Juan estaba dividido en haciendas, y no está hecho para vehículos, sino para carretas jaladas por animales. Es parte de la infraestructura de la ex hacienda de Santa Cruz Nieto. Y si recorren el Arroyo de Zondha, se encontrarán aún las infraestructuras de cómo elevaban el agua para inundar las tierras de cultivo en toda la zona.
Mesa 32.- Y ahí, ¿quién entra a defender al alcalde? Han dejado correr los rumores, y en todas las mesas de los analistas, de los cafés, de los analistas del paradero de autobuses, la percepción es diferente a la que tienen en el café gourmet, o bien de quienes no han caminado la legua como lo ha hecho hasta ahora el alcalde. Pero sí debe fijar bien los ojos en los compromisos que tiene, y abrir mejor los oídos para escuchar a los que quieren informarlo, no alabarlo. En política, el más grave pecado es, sin duda, el de la soberbia. Ese acaba con la fama, con la carrera y sepulta las buenas intenciones. Y quienes ayudan a cultivarla son los primeros en irse. Ya verán…
Mesa 32.- Otros más avezados hablan de la empatía que sí tiene el alcalde, de la autenticidad de su comportamiento desde que lo conocen, de su cercanía con los ciudadanos, del trabajo que se viene realizando, tanto con los recursos propios del municipio como con las gestiones que se han logrado con la federación y con el Estado. Estos parámetros son muy sensibles en la agenda personal de Roberto Cabrera, pero le falta, desde luego, que empiecen a aparecer las siglas del PAN, que comanda Judith Ortiz Monroy. Que el director de JAPAM sea más agresivo en su discurso defendiendo y ayudándose a sí mismo a posicionarse. ¿Y qué decir de quienes tímidamente han levantado la mano o se las han levantado? Marcia Solórzano, Liliana San Martín, Ana Eugenia Patiño… Porque del otro lado, los que ya levantaron la mano y cada vez la quieren más alta son Edgar Inzunza y Rosa María Ríos. Y podría brincar alguien más, porque no crean que volverá a aparecer Juan Alvarado. A él ni los de Morena lo quieren. Pero la lucha en el partido Morena está bastante compleja; están divididos y saben a qué le tiran… A esperar, sin parar, es la solución. O como dice el clásico: “Despacito, pero sin pausa… pero ya.”