Columna El Corregidor
Héctor Sinecio
Romae ne timeas, in Neapolitano anguis implicitus est.
La campaña al interior de Acción Nacional para ocupar la oficina de Leonor Mejía y Claudio Sinecio en Centro Sur sorprende a propios y extraños, pues Martín Arango e Iris Alafita han dado muestras de ser disruptivos, mostrando mística para leer las inquietudes del panismo, saber hablarle al militante de la calle, pero también para ser receptivos y escucharlo. Sus eventos han rebasado cualquier expectativa de convocatoria, entre otras cosas porque lo que buscan es empoderar nuevamente al panismo, dándole voz, pero sobre todo, regresándole su libertad para elegir a quienes sean sus cuadros más competitivos para la próxima elección. Sin embargo, le confieso que en mi nada humilde opinión, hace una apuesta muy arriesgada. Ayer mismo le pidió al Consejo Estatal blanquiazul que no lo ratifique hoy miércoles: “No quiero ser un Presidente de Consejo, quiero ser un Presidente de la militancia”, expresó Arango, lo que implicaría que los casi once mil panistas tendrían la oportunidad de ratificarlo en tres semanas, el domingo 10 de noviembre.
Ahora, siendo sinceros, la participación más numerosa en los últimos años ha rondado los cinco mil afiliados. Porque, si bien le bastaría un solo voto al ser candidato único, Martín le apuesta a obtener la legitimidad. Pero, ¿qué pasaría si gana la apatía? Se ve difícil, insisto, porque ha llenado prácticamente todos los eventos. El ambiente es festivo, incluso donde al panismo le fue mal. Pero es algo real: lo que están intentando Martín Arango y su fórmula, Iris Alafita, es matar víbora en viernes, pues ese porcentaje de participación sería el termómetro perfecto para que la oposición, si está en lo correcto (si usted pensó en Morena), midiera el ánimo del panismo, muy golpeado últimamente por despidos, siendo incluso desplazado de forma humillante por el concubinato con el PRI, existiendo ya una corriente disidente, sí, esa que se reunió el pasado sábado allá por el rumbo de Tlacote. Martín, por lo tanto, si bien no tiene adversarios, sí compite con los fantasmas del PAN, esos que dicen que el 2027 está ya negociado para que haya nuevamente alternancia en el Estado.
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Al Secretario de Gobierno, Carlos Alcaraz, se le ocurrió abrir en días pasados la caja de Pandora, pues sus declaraciones no abonan precisamente a generar un clima de tranquilidad en Querétaro. Por otro lado, no podemos satanizar su momento de sinceridad, pues tampoco dijo nada que no se platicara en voz baja desde hace mucho tiempo. Porque, mire, haciendo de lado el tema de Pedro Escobedo, si es verdad que el aumento de la violencia y la inseguridad se debe al reacomodo de grupos de la delincuencia organizada, digo, solo basta ver lo que a diario se conoce de Chiapas, Guerrero, Sinaloa, entre otros puntos calientes de la República Mexicana, donde la escalada de hechos violentos, las masacres de las que se reían en las mañaneras, supera en mucho las de años anteriores. Bajo esta óptica, Querétaro no es ajeno, no es una isla; los números se mueven y no precisamente a la baja. Mire, quizá aquí no prestamos mucha atención a lo que sucedía a nivel nacional, al verdadero detonante de la violencia, porque la renuncia del Fiscal Echeverría acaparó las redes sociales y la narrativa en los medios locales.
Lo de siempre, ya sabe, lo obvio se obvia. Pero la misma ocurrió prácticamente al mismo tiempo de la supuesta detención del Mayo Zambada por parte de las autoridades de los Estados Unidos. Quizá por la ausencia del Gobernador Kuri y las propias diferencias entre Iovan Pérez, Carlos Alcaraz y Alejandro Echeverría, no se logró una reunión de emergencia con los mandos de seguridad, misma que hubiera sido bastante oportuna con los que tienen el monopolio constitucional de la violencia legítima, mismos que incluyen a la Zona Militar y a la Guardia Nacional, sin olvidar a las áreas de inteligencia para hacer una carpeta de posibles repercusiones debidas al vacío que dejaba la muerte del exrector de la UAS y, por supuesto, la extradición sin tomar en cuenta a las autoridades mexicanas de uno de los pilares de una organización delincuencial internacional. Cualquier escenario, eso sí, superó cualquier expectativa, pero el hubiera no existe. Hoy tenemos un nuevo fiscal en Querétaro, Víctor Antonio de Jesús, mismo que se sacó el tigre y no el de “El Puerto” allá por la zona militar.
A ver, a ver, la ciudadanía ya no se come el cameló de los hechos aislados. Aquí los vienen a tirar: eran de fuera, tenían nexos criminales, los venían siguiendo. Porque, si bien el sistema cosmos y la muy amplia inversión en Seguridad con centros como el “RHINO” han demostrado eficiencia, resultan insuficientes. Igualmente falta sensibilidad: no se puede revictimizar a las víctimas aunque el “ajuste de cuentas” sea la “Vieja Confiable”. Podría parecer simple, pero la seguridad es tema de todos. Especialistas como Moisés Naím hablan de contención; para ello es necesario que la colaboración interinstitucional no sea de chocolate y prendiendo veladoras a la Virgen de Soriano. Se requiere estrategia, otra es reforzando a las corporaciones más débiles, que pueden ser captadas por las organizaciones criminales, que son las municipales. No se puede esperar que en lugares como Pedro Escobedo haya policías, pero no patrullas porque a Amarildo Bárcenas se le ocurrió dejar la flota inservible. Ojo, de algo similar se quejaba Iván Reséndiz de Ezequiel Montes.
Por otro lado, el tema de inteligencia, que al menos por parte de la Guardia Nacional tiene bien afincado en Querétaro sus posibilidades, incluye inteligencia militar, lo que quedó del CISEN, pero también la UIF, que solo con una revisada a los registros de autos de gama alta podría dar buenos resultados. Sin embargo, la colaboración entre distintos ámbitos es esencial. Las reuniones de las áreas de seguridad no deben ser para tomar café y galletas, sino para plantear estrategias. Digo, ya con la pornografía infantil y la trata teníamos, le digo, la peor. Son urgentes acciones de coordinación regional que incluyan a Estados vecinos. La ola de violencia, sin una estrategia definida, está lejos de llegar a su cima. Bajará a fines de año para nuevamente subir. La única forma de disuasión es que no habrá impunidad en crímenes de alto impacto: aquí, quien la hace, la paga. Nunca fuimos una isla, pero si con la ayuda de todos podemos ser en Querétaro una fortaleza. Para terminar, le digo, por si lo pregunta, de Moisés Naím me quedo con dos de sus libros: el primero, “Ilícito”, mientras que el segundo es “El Fin del Poder”. Léalos y platicamos.
Tras brindar su apoyo a Jorge Romero y salir en la foto abrazando a Memo Vega, anunció el diputado de la LXI Legislatura local, Enrique Correa, su decisión de renunciar a la bancada azul, por lo que de ocho integrantes mengua a siete. Mire, Correa no da paso sin huarache. Bien dicen en el “BQ”: no hay borracho que coma lumbre. Por lo que, en alguna apariencia de incongruencia, hay detrás una estrategia muy bien pensada. Mire, no le voy a enseñar el credo al obispo. Dicho por varios integrantes de la legislatura, el diputado Correa es simplemente incalumniable, porque todo lo que se diga de él es cierto. Pero, de ingenuo le digo, no tiene absolutamente nada, porque al ser el único integrante de la fracción independiente es un actor más en la JUCOPO, lo que también le otorga discrecionalidad en prerrogativas, lo cual, además, es un voto afín al bloque anti-Cuatrote. Pragmatismo puro y duro. Pero, más allá, Correa no está obligado a librar batallas ajenas, puede escoger las propias. Mire, Morena, al ser la primera minoría, tiene once integrantes, puede potenciarse con un voto más del PT, más dos del Verde, pero también tiene de reserva al Yunes queretano, Ospital y a MC con Tere Calzada, cuyo voto, ojo, vale doble.
Antes de irnos, un sincero reconocimiento a la señora Car Herrera, pues, además de ser la cara amable de la administración, sabe dar buenos resultados. Su informe de actividades fue muy completo; cuenta con un gran equipo de trabajo, que acá entre nos, ya muchos de los secretarios de su esposo quisieran, para mínimo dar la vuelta en la Alameda un domingo.
Eclesiástico 26:1-18
¡Dichoso el esposo de una mujer buena: vivirá el doble! Una mujer ejemplar hace prosperar a su marido y le alegra los años de su vida.