Por Raúl Rosillo Garfias
De acuerdo con datos que se censaron durante la pasada campaña electoral, en la que resultó ganador Héctor Iván Magaña Rentería, que recibirá sin duda todas estas herencias, hay más de 2000 comerciantes que viven en la informalidad, no tienen siquiera sus licencias de funcionamiento, los tianguistas no están identificados y muchos de ellos provienen del Estado de Hidalgo y del Estado de México.
Tequisquiapan, tiene tianguis importantísimos, como el de San Nicolás, el de Hacienda Grande y tal vez alguno más, pero la realidad es que muchos de estos comerciantes además de informales, no tienen siquiera acercamiento con las autoridades municipales, dependen de los liderazgos que se generan en este tipo de mercados sobre ruedas, y es urgente que esto también se regule, hablar de 2000 comerciantes es hablar de un número muy importante de personas que viven de esta actividad económica.
Estos comerciantes, también pudieran ser atractivos para el turismo, para los deportistas de senderos, para los ciclistas, para inclusive el turismo religioso, si se toman en cuenta las fiestas patronales, que son muy necesarias para mantener la identidad de cada demarcación y de cada comunidad, dándole vida a un gran mosaico de fiestas que caracterizan a cada una de las 18 comunidades tequisquiapenses.
Los tianguis que funcionan en Tequisquiapan, permiten acercar mercancías de primera necesidad a los centros urbanos de población, son importantes, son trascendentales, pero también es urgente que estén regulados por seguridad de las familias y también por imagen de Tequisquiapan, que es la capital del turismo de Querétaro.