Más de 60 mujeres con familiares desaparecidos pasaron poco más de dos días rastreando en El Choyudo, una región del noroeste de México en la que el desierto de Sonora se funde con el Mar de Cortés y donde encontraron al menos 30 fosas clandestinas en las cuales calculan que podría haber no menos de 50 víctimas enterradas por el crimen organizado.
Los primeros hallazgos en el sitio se dieron a 90 kilómetros de Hermosillo, capital del estado de Sonora, pocos días después regresó el colectivo y encontraron 19 fosas clandestinas y un cuerpo sin vida expuesto.
Durante esta semana se sumaron otros colectivos de mujeres con familiares desaparecidos y en el mismo lugar encontraron al menos 11 fosas más.
Entre los dos colectivos de búsqueda más importantes en la región, el de Madres Buscadoras y las Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme, suman más de 60 mujeres, rastreando en el desierto, guiándose por el olor a carne humana descompuesta con la esperanza de encontrar a sus seres queridos desaparecidos.
La zona está siendo resguardada por agentes de la Guardia Nacional y la Policía Estatal de Seguridad Pública, mientras que en la escena del crimen están trabajando decenas de médicos forenses y peritos del Laboratorio de Inteligencia Científica y la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, quienes están levantando los cuerpos, recolectando muestras de tejidos y evidencias para intentar identificarlos.