Escribe:- Roberto Jiménez Salinas
Primera parte
El arte de la ganadería debería ser, convertir la energía solar en alimentos de muy alta calidad que promuevan la salud del ser humano, utilizando para ello el agua de lluvia, el sol y la Madre Tierra. Todo ello manteniendo o mejorando nuestro entorno.
Debería ser sencillo, pero en las universidades se han encargado de complicarlo. Debería también de ser barato y por lo tanto rentable, pero siempre complicar las cosas cuesta.
Así nos encontramos que los deberían, no son. Eso sí, con suficientes argumentos, muy técnicos, sofisticados y, por lo tanto, difíciles de entender. Resultando que, si hablamos de sustentabilidad, ahora la ganadería en lugar de ser parte de la solución, la convertimos en parte del problema.
Si analizamos el desempeño económico de la ganadería en los últimos 30 años, la forma de trabajar y sus resultados; no es considerada una fuerza económica, de desarrollo, mucho menos de vanguardia. Por ello tenemos que cambiar el enfoque. Si en el proceso productivo se ocupan insumos extras, serán comprados y le quitarán rentabilidad al proceso, además de llevarnos entre las patas al agua, al suelo y (OJO) la salud del consumidor.
Pasemos entonces al como hacerlo: Es necesario poner en contacto y a trabajar juntos al suelo, sol y agua, con el animal, que es simplemente un transformador.
El animal no es la estrella de la película; la gran estrella y la clave de todo, es el suelo, un suelo VIVO. Ahí es donde inicia y se marca a que nivel la producción funciona, gana rentabilidad y nutre al consumidor.
Tenemos que buscar que coincidan en calidad: suelo, pasto y ganado. Ante cualquier desajuste tendremos que trabajar más y/o gastar para ponerlos al mismo nivel.
Cada ganadero, cada rancho, cada potrero y cada año es distinto; cada uno tiene que recorrer y formar su propio camino. No hay recetas que funcionen para todos, únicamente principios básicos.
El gran ejemplo a seguir es la propia naturaleza (cuando el ser humano no mete la mano).
Esa es la única receta posible: observa y escucha a la naturaleza.
En SJR se hizo una propuesta presentada por ciudadanos, con el pastoreo como parte de una solución integral, para evitar inundaciones en la ciudad y recargar los mantos acuíferos, donde se ofrezcan compensaciones por trabajar capturando carbono en lugar de subsidios. Queremos que la ecología sea parte del regreso de la dignidad al campo. Que quien trabaje, este bien y pueda mantener a su familia como se merece, situación que hoy no sucede. Es una propuesta presentada en el sector agropecuario para llevar una ciudad con vocación industrial, que pierde cerca de 3 mts en sus mantos freáticos por año, hacia el equilibrio en carbono y agua. Lo han hecho productores, porque las instituciones que se gastan nuestro $ no tienen tiempo para proponer soluciones reales a temas “que no son importantes”.
Nos han creado y hecho sentir necesidades que no tenemos, dándonos múltiples y elegantes razones, para que las hagamos nuestras. El resultado de haberles hecho caso es el altísimo % de quiebras en el sector, sobre todo de productores medianos y pequeños, desde el inicio del TLC. Cómo es posible que en todas las encuestas de los últimos años la mayoría de los productores (entre 80 y 90 %) se quejen del aumento en el costo de los insumos, como principal problema que le plantean a gobierno.
Que yo sepa la lluvia y el sol siguen siendo gratuitos, el suelo tampoco cobra por ayudarnos. Usémoslos más, para nuestro bien.
Si podemos, si lo queremos suficiente.
Es vital unir la ecología y la ganadería ¿Te interesa saber cómo? Solicita la 2da parte.