Albert Camus decía que “el bienestar del pueblo siempre ha sido la excusa de los tiranos”. Otra advertencia útil hoy es que los programas sociales, por numerosos y costosos que sean, se convierten en los impuestos del mañana. Las pensiones y becas que se presumen hoy están financiadas por los ciudadanos, empresarios y comerciantes, quienes han contribuido muchas veces más de lo que recuerdan.
En el plano político, tenemos a Abigail Arredondo, diputada federal, que ha hecho de su curul un espacio de aprendizaje y acción. Ella sabe a qué llegó y lo está aprovechando, mostrando empoderamiento y capacidad. Sin embargo, de ahí a considerarla automáticamente candidata a gobernadora nuevamente, hay un trecho: es momento de dar espacio a otros actores con peso y presencia en Querétaro.
En cuanto al PRI, Querétaro es histórico: aquí se firmó el acta fundacional del partido. Aun así, la dirigencia local parece dar prioridad a los protocolos formales más que al trabajo de campo. La invitación a la toma de protesta del comité municipal llegó vía WhatsApp, cumpliendo formalmente pero sin sensibilidad hacia quienes deberían ser incluidos. Abigail, presente en el evento, seguramente notará que hacer política requiere más que repartir cargos: se necesita gestión real, contacto con la ciudadanía y trabajo constante. Muchos abandonan, pero queda mucho por hacer.
Luces y sombras de la política, del poder y del compromiso ciudadano: mientras algunos avanzan con responsabilidad y visión, otros apenas cumplen formalidades.









