Por Raúl Rosillo Garfias
Fotos.-Lena Martínez
Ciudad de México.-La celebración de los fieles difuntos y todos santos, es un evento que ha alcanzado tales dimensiones, que ha traspasado fronteras y ha impactado en prácticamente todo el mundo, a tal grado que en el 2008, fue declarado por la UNESCO, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, evento ante el que se vuelca la creatividad artística y la manifestación de formas y colores.
En esta que es una de las urbes más grandes del mundo, con días de anticipación de construyen alebrijes, y todo lo que se investiga respecto a las representaciones de la muerte, y muchos se remiten a lo histórico, toman en cuenta el calendario mexica, el calendario azteca y escenifican las festividades dedicadas a los muertos.
Otros magnifican el paso de la vida a la muerte, considerándolo un hecho emblemático, y aunque hay regiones en donde ha evolucionado la tradición, los altares de muertos o también conocidos como ofrendas y bueno algunas influencias quedan dependiendo de la región de esta festividad que se remonta a más de 3 mil años atrás, y que tenia particularidades entre los Aztecas, los Nahuas, Purépechas, Totonacas y Mayas, por mencionar algunas culturas… en donde ya tenía presencia la dama de la muerte… que José Guadalupe Posadas, convierte en la Catrina.
Es importante destacar que dependiendo de la región del país en donde se haga la ofrenda, tienen explicación un tanto distinta cada uno de los niveles del altar, que puede ir de uno a siete, y en ello tiene mucho que ver la cultura y la costumbre… y para muchos los niveles representan también la ruta que habrán de seguir las ánimas para llegar a su destino… y en otros casos estos niveles representan la división entre el cielo y la tierra, el inflamando y hasta tiene cabida la Santísima Trinidad en algunas explicaciones.
El incienso y el copal también, tienen sus propios significados, como la purificación del alma, y la presencia del agua como la fuente de la vida, y la sal desde luego para evitar que las ánimas en su trayecto a su destino sean corrompidas.
Esta es una celebración de mucho colorido, que reúne a las familias, para darle la bienvenida a las almas y a las ánimas, para convivir con ellas, para ofrecerles los manjares que fueron de su predilección durante su tránsito por la tierra.
Y luego en cada región también la presencia de flores como el Cempasúchil, la nube y algunas otras, son de verdad muy interesantes, la primera representa la luz del sol, de ahí su color y su redondez y cada una de ellas hace su función.
Es el momento de celebrar, es el momento de festinar a la muerte y en México es muy especial el foco que se le da a este evento, en otras culturas, es de miedo y de terror, en México aunque es de dolor y de llanto y ausencia, se festina, diciéndole al ser querido que llego a un lugar en donde encontrará la felicidad y que en la energía universal se convierte en el eterno vigilante e hilo conductor de los momentos de una familia o de una vida, que siempre lo mantendrán en su recuerdo.
En esta gran ciudad, la manifestación pluricultural, es sin duda una expresión que conjuga a todas las regiones del país, pero también la expresión libre y abierta de la creatividad del ser humano en México… es por eso que al celebrar la muerte se le da sentido a la vida…