En una jornada decisiva para el sector agrario de Pedro Escobedo, los delegados y ejidatarios de la histórica Unión de Ejidos “Francisco Villa” eligieron, mediante voto directo, a Ramsés Martínez Perrusquía como su nuevo presidente. Este relevo no es un mero trámite administrativo; representa un reacomodo de fuerzas y el inicio de una nueva etapa de interlocución política para el campo municipal.
El proceso electoral, apegado a la Ley Agraria Federal, transcurrió en un ambiente de orden que valida la legitimidad del nuevo liderazgo. Martínez Perrusquía asume el cargo en un momento en que el sector enfrenta retos críticos, desde la gestión hídrica hasta la negociación de apoyos federales y estatales.
La elección de Martínez Perrusquía no puede analizarse de forma aislada. El apellido resuena con fuerza en las organizaciones agrarias del estado. Fuentes de Bitácora recuerdan que fue precisamente en las instalaciones de la Francisco Villa, en agosto de 2020, donde se constituyó la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro, una agrupación estatal que encabeza Francisco Javier Perrusquía Nieves, expresidente municipal de Pedro Escobedo en dos ocasiones, diputado local y exdirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
La llegada de Ramsés Martínez Perrusquía a la dirigencia de la unión de ejidos —una de las uniones con mayor tradición y peso en la región— sugiere la consolidación de una nueva generación de liderazgo agrario, con vínculos políticos claros y un mandato de base.
Según los informes de la jornada, Martínez Perrusquía capitalizó un discurso centrado en la transparencia y la unidad interna, logrando el consenso de los productores. Con esta elección, los ejidatarios de Pedro Escobedo no solo eligieron un representante, sino que reafirmaron su autonomía para definir el rumbo de sus negociaciones frente al poder público municipal y estatal.
