*** El Nopal, el Maguey, el Girasol, la Cebada de ciclo corto, son alternativas en algunas zonas.
*** Cada región tiene sus propias particularidades, ojalá se redescubran y se pongan en práctica.
Por Raúl Rosillo Garfias
El maíz no da ni lo invertido, es necesario que los hombres del campo empiecen a buscar alternativas de solución y sobre todo de sobrevivencia, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario ha estado observando algunos proyectos exitosos como la plantación de nopal, la siembra de girasol y cebada en los meses más fríos del año, que se tiene probado que dan resultados si no para barrer riqueza, si para satisfacer las necesidades primarias de los productores.
Lo anterior se desprende de lo señalado a #bitacoradiario por el Secretario de Desarrollo Agropecuario en el Estado Rosendo Anaya Aguilar, quien destaca que a todo esto hay que sumarle y sin afán de ser críticos ni mucho menos agoreros del desastre, que el gobierno federal no ha tenido un solo programa para apoyar a los productores rurales, ni mucho menos a los más pobres de los pobres.
Hay productos que en todos lados tienen comercio, otros que se contratan sus ventas antes de la cosecha es más desde la misma siembra, como el Girasol, que sirve para las aceiteras y lo pagan a buenos precios, ellos vienen por los granos y los procesan, asegurándole a los productores un ingreso de recuperación de sus recursos y algo de ganancia.
Algunos de estos productos inclusive se pueden industrializar, en el caso del nopal los propios productores lo convierten en tortillas, en tostadas, en churros y en otros enseres botaneros, que les ponen valor agregado, en el caso del ganado, el nopal sirve como forraje en tiempos de estiaje.
Es menester señalar dice Rosendo Anaya, que esto no es nuevo, la agricultura se aprende de padres a hijos, y en antaño en otros tiempos de estiaje, los pequeños ganaderos ocupaban tener algo de maguey en las besanas de las milpas, y a conservar algunas variedades de nopal en algunas zonas de sus pequeñas propiedades, con las que solventaban el problema de la alimentación del ganado, lo mezclaban inclusive con zacate seco y lo preparaban a manera de revoltura para dárselo no sólo a las vacas, también a los borregos y a las cabras.
La cultura del hombre de campo es basta y sin duda que sabe salir adelante, ha demostrado una vez más que el ser multiusos le permite sacar adelante a su familia, pero también le obliga a entregar mejores cuentas del cuidado del medio ambiente y de la enseñanza para producir aun en tiempo complicados, termina diciendo Rosendo Anaya.