Escribe Luis Tovar
El castigo fue implacable.
En el quimérico psiquiátrico
corrías desnuda
con tu hojita de azucena
entre los labios
y un libro alfa-beatcedario
con versos bajo el brazo.
En aquel entonces yo era el orate de los mazos
mordiste mi lengua viperina
me prendí a ti como Rómulo y Remo
como ciego retocé en tu cuerpo
-las bombas se disolvieron- *
Poco después los perros del Gobierno
te dieron de alta,
y no supe más de vos…
ahora voy por los pasillos del hospital
aullando de amor.
*del poema El día que te besé.
A: Diane Di Prima –poeta beat-
LE JOS UIS