*** La lluvia parece que se ha generalizado en el campo amealcense y esto es bueno.
*** La húmedad no sólo es para las zonas de cultivo, también para los bordos.
*** El campo siempre reclama agua, si hay agua hay riqueza y alimentos.
Por Raúl Rosillo Garfias
Productores del municipio de Amealco, listos para seguir con las labores del campo, ha estado lloviendo, y en dos o tres ocasiones ha llegado con granizo el agua, pero esto no los desanima, al contrario les fortalece la esperanza, de que puede ser un buen año para los cultivos de temporal, sobre todo para los tardíos, que gracias a la humedad, alejan un poco la llegada de las heladas.
Volvió a llover, cayó alguna con algo de granizo, pero afortunadamente el hielo fue lo menos, pero las cosechas que estaban ya esperando algo de agua, ante la falta de humedad, se reactivan de manera inmediata… muchos saldrán a escardar, sus maíces que tienen entre los 30 y los 45 centímetros de alto, y la idea es fortalecer su raíz para que entregue buenos productos allá por el mes de octubre, cuando ya estén los elotes…
El trabajo de la gente del campo, poco comprendido, mal pagado y hasta regateado, se vuelve una alegría para quienes conocen de cual es el esfuerzo que se hace para arrancarle el fruto a la tierra, porque el gran amor que se le tiene, porque se defiende tanto, no solo la semilla sino la tradición de sembrar y sobre todo la costumbre de enseñar que se hace con el fruto de la tierra.
Hoy en día dicen los agricultores, los niños no conocen las vacas, las chivas, los burros, los caballos, las gallinas, el huevo en el gallinero, la incubadora natural que es la propia gallina, se ha perdido este conocimiento y este trabajo que alimentó a las generaciones anteriores y que ha pasado a convertirse todo en un proceso químico donde se alimenta la gente.