Por Raúl Rosillo Garfias
Los cálculos siempre conservadores, respecto a cuánto se ha beneficiado Amealco con su distinción de “Pueblo Mágico” y de destino turístico, pues se calcula que entre los 10 mil y más personas visitan cada fin de semana esta cabecera municipal, pero se tienen registros de gran afluencia en la zona del Aserrín, San Pablo, San Ildefonso y desde luego algunas otras zonas de cabañas, por lo que la cantidad puede ser muy superior, destaca el alcalde René Mejía Montoya.
El turismo si ha derramado beneficios, pero aun así se considera que los pueblos originarios o indígenas como los conoce la mayoría de la gente, siguen estando marginados, en áreas como la seguridad, los programas sociales, para sacarlos de los vicios tradicionales como el alcohol y el pulque, y desde luego la revalorización de sus productos artesanales evitando “el regateo”… como una práctica común entre los comerciantes y los compradores, algo que fue hasta hace muchos años una práctica común.
El hecho es que Amealco, le ha dado la oportunidad al inversionista de tener una nueva forma de hacer círculos de economía mediante el comercio, el turismo y los servicios… Tal vez no todos tengan la visión de realizar este trabajo, pero lo que sí es cierto es que se han creado pequeñas empresas, familiares entre los artesanos, que hoy les permiten inclusive exportar sus productos con valor agregado, los ha enseñado a trabajar en equipo y los está poniendo a competir.
Este municipio de Amealco, que es extensamente rico en gastronomía, en donde aún se encuentra la gastronomía prehispánica como práctica a la que se han venido agregando las nuevas formas de cocina, gracias a la mezcla de culturas que se han dado en la zona de manera histórica, le da una dimensión diferente a este municipio como destino de turismo.