(Fragmentos)
Escribe.- Nataly Montiel
Llégame viento a los huesos perdidos
llégame a donde partí para encontrarme
llégame donde las alas me respondan
y te acaricien hasta herir la costumbre
y te hieran y me hieran y asesinen
la oquedad del imposible
el improbable amor que corroe la manzana
Llégame viento a la caricia tierna
a los destellos de sus dedos en mi piel
donde me dejo contagiar
contaminar por completo del abismo de sus manos
de sus ojos planos su mirada abstracta
y la poesía de su cuerpo
y los poemas de sus dedos en mi cuerpo
de su cuerpo en el mío
de su beso que se hace beso en el mío
de sus labios y los huecos de su boca
que se llenan de mi beso y mi deseo
Y cantar los dos cantemos
cantemos porque cantar justifica la muerte
el desprendimiento de uno para ser de otro
el que nos da la voluntad y la fuerza
la sed el viento
agua desierto primavera y hojarasca
todos los tiempos son un instante
el momento en que sus manos respiran mi carne
Llégame al vaticinio de las letras
a los números sagrados
llégame al otro lado del insomnio
al otro lado del manzano
donde sucumbe el primer llanto
donde mueren los miedos a la vida
y se teje el destino a pasos paralelos
a conteo riguroso de caminos encontrados
donde uno es la unidad inicial
uno es el primer incidente
uno es el murmullo primero
uno es el cuerpo de dos que se abrazan
Llégame viento al cortejo innegable
donde dos fantasías comunes se invocan
dos gotas se unen para zurcir la lluvia
dos miradas se abren para mirar la luna
y abrazarse lejos
lejos
como no los están nunca
Llégame viento al dolor de su noche
al espejismo de sus fantasmas
al verso en trozos que zumba entre sus poros
a descubrir su mirada martillando mis ojos
su existencia poblando mi mundo
su aliento encontrando el mío
y su alma a través de los días
reconociendo en la mía
el espejo de los siglos
Llégame al canto que se parte en las entrañas
revuelta tierra
extraña carne que nos viste el alma
hasta beber el lunar llanto de la noche
febril oscuridad astillada a besos
resquebrajada cadena de alas
poder del imposible que nos hace sueño
poder del secreto en el zumo de manzana
y amar por que si con la desmedida ternura
la pasión extremada del amor
la caricia del momento exacto
y entonces
silencio
cantemos el silencio de los cuerpos
cantemos a dúo
y cantemos a besos
y cantemos porque cantar
cantar así
con la música en los dedos
derramando el alma en ese himno
en el golpeteo de sus letras y susurros
que desborda poco a poco la carne en aleluyas
en estrofas tangibles que llenan de gozo
cantar así
justifica la vida.