San Juan del Río, Qro.-El Templo de Jesusito, conocido asi por los sanjuanenses y con una gran tradición, un edificio que albergó al Hospital civil o de San Juan de Dios, y que se construye a las márgenes del Río, y muy cercano al Camino Nacional para dar atención espiritual a los viajeros, según lo relatan los historiadores y lo corroboran las tradiciones que se mantienen vivas hasta la fecha.
Este templo que es uno de los mas bellos arquitectónicamente de la ciudad, es prácticamente el que da la bienvenida a los viajeros de poniente a oriente y es el que despide a los que viven al interior del país hacia el norte cuando dejan la ciudad, aquí se establecía también el hospital civil entonces, fue sede de la Cruz Roja en algún momento, pero también el Anfiteatro, cuando el señor Gelacio Miranda era el responsable de abrir los cadáveres para que los médicos legistas dieran su dictamen de la necropsia, que por aquellos tiempos se le conocía como la autopcia, y sólo la podían perdonar el gobernador y el procurador del Estado.
Era y es administrado por el Clero Regular, pero también tiene espacio que fue el convento y su extraordinaria capilla que ocupa la pintura de Jesucito de la Porteria, con una leyenda extraordinaria y exquisita, que sólo quien la conoce a fondo la puede platicar de manera muy ilustrativa… dice la historia de Rafael Ayala Echavarry, que los fundadors fueron los hermanos Fray Juan Bautista y Fray Pedro de San Nicolás entre otros misioneros que pasaron por San Juan del Río… el templo tenía en su altar mayor l patrono o patriarca de la orden de San Juan de Dios, patrono del hospital…
Se dice de la aparición del Jesucito de la Portería…en una narración extraordinaria que realiza Agustín Peñaflor, supervisor interino del hospital, quien enumera datos y fechas que deja plasmadas para la posteridad, y cuenta que un 19 de marzo de 1731, llego al convento el señor Evaristo Olvera, que venía a recluirse en el para expiar su culpa de haber matado a su esposa Gertrudis Real, ambos originarios y vecinos de Celaya…y era tanto su arrepentimiento que a los tres días de estar dentro del Convento, pintó con un carbón la imagen de Jesús Nazareno, en el espacio de la portería… esto genero un enojo enorme en el fraile y llamo al reo y le ordenó borrar de inmediato lo que había pintado.
El fraile le dio algunos enseres al reo para la realización del trabajo, agua trapos y vigilo que no quedara seña alguna, hechos que dice los narradores, lo presenció también Fray Miguel de Mora, quien era religioso del convento… y tras haberlo ejecutado lo que los frailes había ordenado, más tarde volvieron a supervisar el lugar y encontrándose con que la imagen estaba mucho más nítida… lo que enfureció a los frailes y ordenaron que ahorra se borrase tallando la pared con un pedazo de tezontle, dejando la pared muy maltratada y tras ese incidente se ordenó que se blanqueara con dos manos o más de pintura… y se realizaron esos trabajos, pero al dia siguiente la imagen estaba mucho más nítida y refulgente… esto motivo desde luego que se diera vista al párroco Antonio del Rincón Mendoza, se reunieron el bachiller, los vicarios, el portero, los padres Estanislao León, Trinidad Espíndola el teniente del partido de San Juan del Río, Felipe Marial para analizar el suceso, y ordenaron traer albañiles y en presencia de todos se ordenó que se picara la pared que se colocara una reja y la orden expresa de que se vigilara la portería para evitar sorpresas.
Los días fueron largos, pero dos días después con gran asombro y maravillados vieron todos que se encontraba ahí la imagen del Nazareno, con más viveza cada vez el dibujo, calificado entonces port la junta de notables con un gran suceso…el bachiller Rincón y Mendoza aceptara que Dios así lo había dispuesto, por lo que transformó más tarde la portería del hospital, en un pequeño templo nombrado de Nuestro Padre Jesús de la Portería…Mandó el señor cura Rincón y Mendoza traer un pintor, para que sobre lo que ya estaba pintado, retocara la sagrada imagen con el mayor cuidado.
Se cuenta que con este acontecimiento, a Evaristo Olvera se le aflojaron de tal manera los grilletes que traía en los pies, que pudo sacarlos y quedar libre de ellos; además se le abrió la prisión en la que se le había metido y quedó libre de toda pena. En el templo de Jesusito de la Portería se encuentran los grilletes del reo Olvera colgados a la izquierda de la imagen milagrosa, sobre el muro.
El canónigo dio orden de que se le hiciese capilla o templo y que se celebrara misa, dando aviso a todos los pueblos del contorno, y al mismo tiempo a todas las villas y ciudades, para hacer más pública tan señalada maravilla.
Desde hace tiempo que se hizo tradición rezar, cada 15 de febrero, los 33 Credos en el templo.
La fiesta en honor a Nuestro Padre de Jesús de la Portería es del 3 al 6 de agosto, comenzando en festejo con peregrinación de las comunidades, mariachis, misa, cohetes y comida típica como tamales, atole y elotes. Se lleva a cabo anualmente. La historia del Jesusito, llamado así con cariño, vive en el corazón de los sanjuanenses como algo propio y único de la ciudad, el templo está ubicado en Avenida Juárez 134-C, Poniente, en pleno centro de la ciudad.