*** El pasado es la piedra angular del desarrollo de las nuevas generaciones, no olvidemos la historia.
*** Las misiones franciscanas, cumplen 20 años de ser declaradas patrimonio Mundial por la UNESCO.
El pasado junio 31, se cumplieron 20 años de que las misiones de la Sierra Gorda o la Ruta de San Junípero Serra, entraran en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, por la UNESCO, y es poco lo que se ha recordado este hecho tan trascendente para el turismo queretano, que es una de las fortalezas de la economía en esta zona, que tiene de los paisajes más bellos de la entidad.
Sin duda que, desde el gobierno de Rafael Camacho Guzmán, cuando se hace uno de los primeros grandes rescates de las misiones juniperianas, también se tenía la visión de que esa podría ser una fuente de economía sustentable y sustantiva para el comercio, y para los servicios, es entonces cuando nacen los hoteles Misión que son propiedad o eran del gobierno Estatal y se inician las primeras incursiones serias en materia de turismo para esta zona de Querétaro.
Las edificaciones de las que se hace gala en postales, en reportajes y en promocionales son la Misión de Jalpan de Serra, la de Landa de Matamoros, la de Tilaco, Tancoyol y Concá… edificaciones barrocas con un tinte más que importante e impresionante de arte indígena en su construcción y sobre todo en el labrado de la piedra que se coloca en las fachadas de estas iglesias franciscanas.
Lo majestuoso de estas misiones los lugares elegidos para su erección, son sin duda estratégicos y hablan de la gran capacidad que tenían los misioneros y los propios indígenas para construir con cal y canto estas enormes iglesias que han sido muestra de capacidad creativa y también de desarrollo estructural, a tal grado que están ahí a casi 500 años de la fundación de las ciudades más importantes de la entidad.
La belleza de Querétaro no solo es natural, también existen estos enormes edificios y construcciones con un legado histórico impresionante que no ha terminado de estudiar y que seguirá siendo un enigma con muchas aristas para cronistas, historiadores y periodistas que se siguen sorprendiendo de la calidad de estos edificios y su trascendencia en el tiempo.