Por Raúl Rosillo Garfias
Tequisquiapan, Qro.-Hacer un recorrido no planeado, y encontrar a la persona adecuada, permite tener y acceder a mucha información, que de pronto se desconoce y que muchos no se atreven a revelar… pero la comunidad de la Trinidad, es de esos lugares con una magia propia, que cautiva y que invita a regresar… toda la travesía que intentaremos aquí sintetizar la hicimos gracias a J. Guadalupe Trejo Trejo… mejor conocido como el Zorro de la Trinidad, amigo personal desde hace muchos años.
Abordar su jeep desde la mañana temprano, ponerle la gasolina y saber que se comporta bien cuando tiene combustible, porque entrar en caminos sinuosos nada parejos, no le espanta ni requiere del 4 x 4… Lupe Trejo, como todos lo conocen y lo conocemos con gusto, empieza a desgranar la charla… fuimos por aquello de la quemazón del cerro, pero decantamos en ir a visitar también las minas de ópalo, esa piedra semipreciosa que a juicio de los pepenadores, es más caro y más valioso que el oro.
Todo es encontrar gente que camina y que va a las minas a probar suerte… para muchos ese es su modo de vida…mueve y remueven, con la esperanza de encontrar ahí la piedra que, si no los saca de pobres si les alivia al bolsillo por algunos días y hasta meses…Mientras todo esto ocurre y Lupe baja más de 40 metros a ver a unos amigos en una mina… platica que el valor depende de la pureza de la piedra, de sus cristales, de la capacidad de irradiación… y luego dice, los hay grises, negros blancos, marrón, amarillo, púrpuras, naranja, verde o azul verdoso y también el de fuego… pero son ya tan hábiles que si recoges una piedra de cada mina y uno de ellos las ve… dice exactamente de donde se recogió…
Y te explican con claridad, el ópalo se extrae de la piedra… aquí se barrena y se tiene que tener conocimiento de lo que es la dinamita, no ha habido desgracias… los mineros saben que para encontrar algo, primero hay que tener esperanza, luego paciencia, sacrificar muchas horas y trabajar duro todos los días… la calma de cada mina, es impresionante, poco es el ruido que se escucha… mientras tanto los que si se han organizado, llevan turistas y no sacan ópalo… pero sacan para comer llevando gente a contarle historias y a intentar enseñarles de donde se sacan estas piedras semipreciosas.
La Trinidad es una comunidad de unos 2 mil habitantes, que a últimas fechas se ha visto asediada por gente de otras latitudes, que ha llegado a comprar fincas y terrenos, pero es la imagen de un pueblo limpio tranquilo y de gente muy trabajadora y amable… y desde luego observadora… los Ópalos de la Trinidad, tienen leyendas de riqueza y de pobreza, envidias y desasosiegos… finalmente leyendas que se han ido trasmitiendo y que ahí están entre las memorias de los habitantes, sobre todo de los más adultos…. lugar para visitar y para meditar… y además tiene una zona arqueológica… de la que viene un nuevo reportaje en Bitácora Semanario… multimedia y bitácora radio.