Escribe el Lic. Roberto Jiménez Salinas
También conocida como Fiesta Brava es un tema de gran actualidad debido a la polémica derivada de las acusaciones de sus detractores quienes usan como único argumento -el sufrimiento del toro-, sin duda alguna ésta cultura que inicia desde la crianza y selección del ganado bravo hasta la confección de la ropa de los participantes y las oportunidades de negocio que genera es algo mucho más complejo que requiere un cono-cimiento profundo para poder defenderla o acusarla de cruel y pedir incluso su desaparición por considerarla una forma de maltrato animal.
La Tauromaquia en su definición proviene del Griego Taurus -Toro- y Máchomai -Luchar-, y se define como el Arte de lidiar toros a pie o a caballo y se remonta a la edad de bronce, la conocemos actualmente como corrida de toros, nace como tal en España en el siglo XII, se afianza en Francia y Portugal, así como en las principales ciudades del imperio español, México, Colombia, Venezuela, Perú, El Ecuador y Las filipinas. Hoy en día es un espectáculo de exhibición en los Estados Unidos de Norte América y China, países que hacen de la tauromaquia parte de su cultura nacional.
La tauromaquia inicia con la crianza de la raza de bovino bravo en un estado natural, libre y con poca inter-vención del hombre sobre todo en los machos y hembras adultas lo cual protege su fiereza natural, si se cría a un becerro de manera estabulada y con trato directo el animal perderá su casta y lo llevará a la extinción como pasó con el Uros una raza Bovina de gran fiereza usada por los romanos en las arenas para su lucha con gladiadores o para martirizar a los cristianos, a alguien se le ocurrió estabularlos y desaparecieron.
Para criar a un toro se requiere de una amplia extensión de terreno, la contratación de personal para los tra-bajos necesarios en la dehesa, médicos veterinarios, medicinas específicas, producción, compra y venta de forrajes y granos, alimentos balanceados, leche de vaca, y una variedad de personas cuyos conocimientos sobre el toro son necesarios antes de ser llevados al ruedo.
Ya en la Fiesta Brava se inicia una segunda etapa que genera empleos y riqueza, desde la confección de los trajes de los participantes ya toreros o rejoneadores, alguacilillos, monosabios, picadores, areneros, mozos de espadas, mulilleros, ventas en carteles, boletos, invitaciones y toda clase de publicidad escrita o en línea, venta de alimentos y bebidas dentro y fuera de una plaza de toros, variedad artística y un sinfín de situacio-nes que no consideran los detractores en su lucha y que no defienden los aficionados a la misma. Terminar con la fiesta Brava implica terminar también con la cadena de producción de servicios que ésta produce desde su inicio hasta la carnicería a donde son llevados los toros muertos y ofertar su carne.
Hay dentro de la fiesta brava festejos en los cuales el toro no muere ni sufre mayor daño y si la afición tauri-na con grandes pérdidas como El Toro Ensogado, se le ata una soga o reata al cuello del toro y se deja libre en las calles, la afición corre tras él o detrás de el toro arriesgándose a ser cornado o golpeado al menos. El Toro Enmaromado es otra variante donde se le coloca una maroma al toro en los cuernos y la afición trata de ir tomada de ella, pobres si no lo logran pues terminan entre los cuernos del toro. Los concursos de Recor-tes, son de gran vistosidad pues los jóvenes se enfrentan a cuerpo limpio sobre las astas del toro para saltar en el último momento, hasta alzarse con el primer lugar, Los Forcados que es una suerte típica del toreo por-tugués donde los pegadores o mozos de forcado inmovilizan al toro dando fin a la lidia.
La Camarguesa es un estilo de lidia francesa donde igualmente no se mata al toro.
Sin duda alguna resulta interesante y polémico el tratar el tema de la fiesta brava donde los aficionados festejan el éxito del matador de toros o el excelente burel y los detractores festejan la sangre y muerte del torero o de algún aficionado. Ambos gozan con la Sangre en el Ruedo.