Querétaro Qro.- En los próximos 10 años, Querétaro está en riesgo de vivir una crisis de sustentabilidad ante el crecimiento acelerado de su marcha urbana y concentración poblacional, que ya genera problemas de movilidad, contaminación del aire y provocará escasez de agua, reducción de áreas protegidas y agotamiento de sus recursos naturales, advierten especialistas.
Para resolverlo, no sólo en Querétaro sino a nivel nacional, se requiere de especialistas en desarrollo de soluciones urbanas sustentables, capaces de reestructurar los espacios, restaurar edificaciones y construir nuevos espacios, que logren un mayor aprovechamiento de los recursos, proponiendo alternativas sustentables, asegura Iraia Vivanco Ibáñez, directora académica de la licenciatura en Arquitectura Sustentable de la Universidad Mondragón México (UMx).
Uno de los principales retos del estado es, el crecimiento demográfico. Tan sólo en el municipio de Querétaro, la población pasará de 38 mil 472 habitantes en 2015 a más de 137 mil en 2021, explica. La Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas proyecta que la mancha urbana del estado crecerá 1.8 veces el tamaño actual para 2030. Crecimiento que ya genera problemas de la movilidad. De acuerdo con el Instituto Mexicano para Competitividad, la capital queretana es una de las más congestionadas del país, situación que genera pérdidas por 2 mil 200 millones de pesos al año.
Por su parte, directivos de la Comisión Estatal de Aguas proyectan que para 2025, en la zona metropolitana de la capital de Querétaro, habrá cinco mil 100 metros cúbicos de agua por habitante; pero en 2050 será de mil 700 metros cúbicos, lo que ya se consideraría una crisis hídrica. Para evitar llegar a esa situación, el organismo advierte que desde ahora debe trabajarse en alternativas para lograr un manejo y aprovechamiento responsable del agua y en general de todos los recursos.
Ante este escenario, las carreras relacionadas con la industria de la construcción necesitan replantear sus procesos y desarrollar una visión más global del entorno y sobre todo garantizar la sustentabilidad, considera la académica.
“Por ello, la Universidad Mondragón México estructuró la carrera en Arquitectura Sustentable, para que sus egresados desarrollen proyectos responsables que respondan a las necesidades no solo sociales, también de medio ambientales; den respuesta a los problemas en el manejo y consumo de agua, generación de residuos, uso de suelo e impacto de los paisajes”, describe Iraia Vivanco.
Además, la carrera incluye el tema de la restauración para responder al incremento de las edificaciones viejas en el estado, “Nuestros arquitectos pueden intervenir en estas construcciones, respetando su valor histórico e integrando soluciones sustentables”, asegura.
La directora académica explica que la oferta de la UMX en Arquitectura Sustentable ofrece un enfoque en el diseño arquitectónico, no sólo en la parte estética, sino desde las bases estructurales, el desarrollo urbano y los retos ambientales, como la integración de sistemas de recolección de agua, módulos fotovoltaicos y de eficiencia estratégica.
“Por ejemplo, analizan el movimiento solar desde el área de la construcción para determinar la orientación del edificio y ubicación de las ventanas, así como sus condiciones climáticas para incluir sistemas de aprovechamiento de las precipitaciones pluviales a fin de mantener una temperatura adecuada al interior de la construcción, ya sea para enfriar los espacios o incluso utilizar el agua para el riego de huertos y las cisternas de nuestro hogar”, detalla.
Sin olvidar los elementos sistémicos, que les permitan a los futuros arquitectos tener una visión global del desarrollo, junto con capacidades y habilidades para trabajar y liderar equipos multidisciplinarios con ingenieros civiles, directores de obra y trabajadores de la construcción, puntualiza la directora Académica.