Por. Paul Ospital
Dígame si usted no disfruta sentarse un domingo en pijama, acompañado de la familia y un buen bowl de palomitas frente al televisor. Y ahora con la tecnología dictan instrucciones: “Alexa, abre Netflix”, “Alexa, busca series y películas de espionaje”. Alexa despliega las súper clásicas que todos y todas vimos: Misión Imposible, Sicario, 13 Días, Argo, 24 Horas, y una lista interminable de filmes de espías, inteligencia y guerras secretas.
Pero todo apunta a que no es nada placentero cuando lo traemos a la realidad. Sucedió con los Guacamaya Leaks, y a todos nos dio escalofríos. Resulta que una cosa es ver a Kevin Costner peleando contra los misiles cubanos, o a Kiefer Sutherland desenmascarando la inteligencia estadounidense; pero otra muy diferente es tener al descubierto toda la información clasificada de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Es demasiada información y probablemente estemos meses hablando de la misma, pero solamente con los primeros documentos ya encontramos cuestiones tan delicadas como encubrimientos por abuso sexual, espía a grupos feministas y la aceptación de la existencia de narcogobiernos por todo el país.
Pero ¡a ver, demos contexto! La semana pasada el grupo de hacktivistas “Guacamaya” violó la seguridad cibernética de la Secretaría de la Defensa Nacional y lograron extraer seis terabytes de información, como correos electrónicos, documentos, entre otros archivos que pasaron de manera digital por el sistema de la SEDENA.
¿Pero, cuántos son seis TB? Imagine usted el famoso “piolín” que todas las mañanas recibe en su teléfono celular, este archivo pesa aproximadamente 54.8 KB. Si echamos cuentas, ¿cuántos piolines equivalen al total de información filtrada? En un tera caben 1000 Gigas. Con 18 piolines llenamos un mega. Con 18,000 llenaríamos una giga. Así que con 18,000,000 llenamos un tera. Imagine usted que entonces la cantidad de información filtrada equivale a un total de 108,000,000 “piolines”. Casi un piolín por habitante de México.
El problema no es solamente mucha información, sino que hay todo tipo de temas. Son tantos, y tan graves que no se podrían abarcar en una sola columna, en una sola conversación; o en una sola investigación. Claro que el problema no queda nada más en los correos enviados o la información recabada, sino que llega hasta quienes están detrás de la pantalla y contestan esos correos. Según menciones de BBC México, los correos fueron respondidos por inteligencia extranjera, gobiernos extranjeros, embajadas, y más instituciones. Eso claro, sin dejar fuera temas controversiales como la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el espionaje a grupos feministas y el espionaje a personajes políticos: diputados, senadores y gobernadores.
¿Qué tanto nos ha mentido este gobierno? ¿En realidad velan por nuestra seguridad? ¿Debemos protegernos de la institución que se supone que nos protege?¿De verdad creyó el gobierno que podría ocultarlo todo para siempre? ¿Ya envió sus piolines de hoy? No se preocupe en responder, igualmente, la Secretaría de la Defensa Nacional ya lo sabe.