Cine: Hoy nos vamos a poner a filosofar un rato con la recomendación de esta semana y es que en verdad esta película es muy buena si te gustan los temas de superación y espiritualidad, y si no, por favor termina de leer este artículo y dale una oportunidad a esta película. Me refiero al largometraje “Comer, rezar y amar”.
Protagonizada por Julia Roberts, estrenada en el 2010 y basada en el libro del mismo nombre de Elizabeth Gilbert, este film habla sobre el vacío que más de uno de nosotros hemos sentido en nuestro interior; cuando percibimos que nos hace falta algo, que estamos incompletos, ese túnel oscuro que no le vemos salida y las cosas tan “tontas” que hacemos para llenar ese vacío.
Comer, rezar y amar, trata de la vida de Elizabeth (Julia Roberts) una escritora que con todo el reconocimiento del mundo y holgada de dinero, se da cuenta que le hace falta algo, que después de meditarlo reconoce que es la tranquilidad y su paz interior. Por lo que hace un viaje a diferentes lugares del mundo, y en donde en cada uno de ellos, encuentra a personas que le dejan un aprendizaje para llegar a su objetivo “encontrarse con ella misma”.
Me encanta esta película porque es el camino que varias personas hemos pisado y, me incluyo porque llega un momento de nuestra vida en donde debemos pasar al siguiente escalón, algunas personas le llaman madurar; no me dejarán mentir que en algún momento de la vida han pensado sobre nuestra existencia en este mundo, nuestra misión, o han sentido que algo les hace falta. Y no hablo de cosas materiales sino de aspectos internos, espirituales.
Para encontrar lo que está buscando, nuestra protagonista Elizabeth, viaja a Roma, India e Indonesia, en donde come, reza y ama respectivamente. En uno de esos lugares se topa con un gran personaje llamado Kabul, y quién le dice una de las frases más profundas y sabias de la película “A veces perder el equilibrio por amor, es parte de una vida equilibrada”. Y como esas lecciones, te vas a encontrar muchas a lo largo de dicho film.
Comer, rezar y amar nos muestra lo difícil que es dar ese paso llamado “decisión”, pero lo maravilloso que es el proceso de aprendizaje y lo único y bello que es estar tranquilo con uno mismo. Alcanzar esa inteligencia emocional, esa tranquilidad y paz interior que nos lleva a un fin en común, mismo fin que tiene la película; encontrar el amor, pero antes encontrar el amor propio. Y como dicen: lo importante no es encontrarlo sino conservarlo y créanme amigos que eso es un trabajo constante y de toda la vida.
Así que si estás en la búsqueda de tu paz interior y amor propio, esta película te ayudará a entender muchas cosas, a no desesperarte y a tener esperanza para poder lograrlo.
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