Por Miguel Hernández Durán
Antes de subir la escalinata metió la mano al bolsillo de su pantalón, sacó un peine de plástico de esos clásicos, se peinó y llegó al templete. No hay abultado copete, es otro estilo, es otra forma.
El presidente de la República estuvo en Querétaro y llegó como todo un rock star. Entre aplausos y vivas de ciudadanos y de morenistas, había priistas y uno que otro panista y perredistas en extinción.
Como han cambiado los tiempos…… La verdad no se extraña al llamado Estado Mayor que todo lo controlaba, todo lo hacía y eran unos ocho mil efectivos castrenses que se ocupaban del cuidado del primer mandatario de la Nación, hoy como han cambiado los tiempos, a ciencia cierta no sabemos quién o quienes lo añoran pero el ciudadano común y corriente, los de a pie pues definitivamente no.
Pudieron entrar al lugar del evento sin mayores contratiempos. La prensa solamente pasó a un escritorio se acredito y adelante, sin tanta parafernalia de antaño, al menos en todo esto de la seguridad se nota un cambio, una real transformación.
Ya no se cierran las calles, ya no se pasan interminables filtros y filtros y un severo escrutinio de los soldados que cuidaban al presidente. El estado Mayor llegaba con ocho días de anticipación revisando coladeras y azoteas, como han cambiado los tiempos.
Indígenas de Amealco protestando hasta adelante sin que nadie dijera nada o los quisiera callar, quejas y más quejas de despidos, de intromisiones municipales y estatales, problemas de tierras, de agua y hasta de herencias le piden al presidente que solucione.
Luis Nava el presidente municipal de Querétaro lucha día y noche contra lo que pareciera una tarea titánica, volver la seguridad a la ciudad capital, ha salido al extranjero con quienes mayormente conocen de este tema en el mundo y la verdad no es tarea menor. El esfuerzo se hace y la delincuencia no da cuartel. Claro, no es el Querétaro de hace treinta años, no es el Querétaro de hace veinte con nada de tráfico vehicular, no es el Querétaro de hace diez años con una menor delincuencia.
El Querétaro de hoy es muy diferente y ello lo sabe el alcalde, hay problemas de seguridad, de contaminación, de movilidad. Es el mismo terreno que tenemos desde siempre pero con mucho más habitantes y muchos más demandas ciudadanas.
Respira Querétaro un programa que intenta paliar los graves problemas que tenemos en cuanto a déficit de áreas verdes, que ciudad del país no los tiene.
Hay también un programa para incrementar la seguridad pero no es fácil y menos con el explosivo crecimiento que tenemos en nuestra ciudad, casi a diario se edifica una nueva colonia, regular porque ya no hay espacio ni terreno para irregulares. Hace diez años Querétaro era una ínsula pero el tiempo nos alcanzó y solamente basta con ver gran número de cerros y laderas que nunca pensamos se habitarían, hoy se pelean esos terrenos.
Ulises Gómez de la Rosa dará mucho de qué hablar, el inquieto político y hoy director del ICADEQ (Instituto de Capacitación del Estado de Querétaro) está en la mira de rescatar todo lo que Adolfo Camacho hizo mal, según sus palabras, y que vino a dar al traste con lo que representaba una opción política de izquierda.
Se sabe que se están reuniendo en torno a su persona gente que militó en el PRD, en el PRI, en el PES y hasta del PANAL, se están aglutinando con miras a formar una nueva organización política que de los espacios que reclaman muchos militantes que no encontraron espacio justamente en esos partidos políticos y que las recientes elecciones fueron echados del gusto ciudadano como opción para que los represente. GOMEZ DE LA ROSA forjado en la lucha de oposición y en lo que un tiempo fue el partiendo, hoy ve la posibilidad de concretar un proyecto que le de voz a muchos políticos que fueron expulsados de sus partidos y ciudadanos inquietos por participar en una nueva opción.
En el reloj político ya estamos al cuarto para las doce y por ello justamente se empezarán a mover muchos actores que requieren escenario y que ya TIENEN TABLAS en todo esto de buscar el poder. El ejemplo más claro de perseverancia estuvo el sábado pasado en uno de los pocos campos de beisbol que tiene la capital…