Por Juan Pueblo
La Pila.- El asunto de las inundaciones en septiembre es un tema que debe analizarse con mucha más seriedad de la que normalmente se le da. Esta vez, Héctor Iván Magaña demostró tener los arrestos suficientes para atender el problema antes de que ocurriera: programó desfogues en la presa Centenario y, a pesar de las negativas de la CONAGUA, logró prevenir un desastre mayor. Gracias a eso, más de 300 personas pudieron desalojar sus hogares, hoteles y negocios con tiempo para poner a salvo bienes y enseres. Eso, hay que decirlo, fue importante.
La Pila.- Como dijo Juan Manuel López, el bombero mayor: “fue una inundación aburrida, porque todo estaba controlado”. Y sí, fue distinta, porque se ayudó justo donde se debía. El agua llegó hasta las banquetas del mercado Guadalupano, pero nunca desbordó el caos. La presa alcanzó el 115% de su capacidad y tanto agujas como vertedero descargaron rumbo a Paso de Tablas, dejando correr el agua hasta el río en Las Rosas.
La Pila.- Lo rescatable es que nadie aprovechó la coyuntura para hacer politiquería. Hubo distancia prudente, aunque algunos sí llevaron alimentos para quienes estaban de guardia. Eso se agradece, pero no significa que los aspirantes se hayan quedado quietos. Ahí andan Carlos Ugalde, que busca la candidatura del PAN; Alejandro Jurado; Lupita Morales; Antonio Macías; y Carlos Morales, todos con la mira puesta en el poder municipal. Vienen del PRI, saben operar y ahora quieren hacerse de Movimiento Ciudadano… claro, si Pepe Gaytán lo permite.
La Pila.- Lo cierto es que la aduana será complicada. El gobierno municipal ha tenido un alto nivel de aceptación, con todo y sus prietitos en el arroz. Pero con el control que ejerce Magaña, la reelección parece posible… aunque la presidenta de México insista en que no habrá ni reelección ni nepotismo.