Por Juan Pueblo.
La Pila.
Conocedor del sentir de los tequisquiapenses, Héctor Magaña se ha convertido en la esperanza de este pueblo mágico, y ha sabido operar tanto en el gobierno estatal como con los ciudadanos. Con el gobierno federal aún no se le conocen proyectos aterrizables, y si no llegan proyectos para los municipios, incluso los gobernados por quienes dicen pertenecer a MORENA, aunque vengan de algún partido coaligado con quien gobierna la nación, la desesperanza empezará a hacerse sentir. No lo dude. Y entienda entonces que Querétaro puede ser el parteaguas político para 2027, sentando algunas bases importantes que podrían ser imitadas por otras entidades para encontrar el camino hacia el triunfo y el desarrollo de México. Mauricio Kuri tiene en sus manos todo un reto, pero si sabe aplicarlo, y parece que por ahí viene la hoja de ruta, será recuperar varios de los municipios entregados durante el pasado proceso electoral. La lucha de las mayorías minoritarias es, sin duda, un asunto que hay que atender. Y hay varios trabajos que se están realizando desde el gobierno para detener el avance de los guindas.
La Pila.
Aún falta mucho por decirse del gobierno de Antonio Mejía Lira, tal vez por algunos temas, otros definitivamente se negociarán en las instancias correspondientes para evitar que quienes actuaron como operadores políticos del PAN, para no dejar que MORENA arrasara en todos los frentes, hubo necesidad de mantener algunas contenciones. Y eso propicia que se hayan ganado regidurías y algunas posiciones, incluso dentro de los gobiernos, para tener contrapesos. Eso lo sabe perfectamente Héctor Iván Magaña Rentería, quien lo ha tomado con calma. A cambio, ha recibido halagos del propio gobernador, quien ha dicho que el alcalde es un buen y trabajador hombre, y que a Tequisquiapan le irá bien. Sin duda, con el apoyo estatal, a cambio de algunos silencios y de otros asuntos favorables… al tiempo.
La Pila.
Mientras todo esto acontece, parece que los hombres que por años manejaron la política de Tequisquiapan, a los que les llegaron a llamar “los padrinos” y “los charamuscos”, ese grupo que nació cobijado por Edmundo Guajardo Treviño (quien, por cierto, se ha ido desintegrando y minimizando, inclusive su operación política), no les importa su partido Acción Nacional. Se les ve activos en los escenarios, como en las fiestas decembrinas y los Reyes Magos, pero no se les nota un liderazgo, un personaje que los aglutine. Desde hace años no han logrado nada. Es más, sus candidatos llegan condicionados a no ganar. Sus principales operadores trabajan para otros proyectos, y así se han ido acabando las ganas de los panistas recalcitrantes de seguir en esas figuras, con lo que se han ido apagando las ideologías para dar paso a las conveniencias personales, ya ni siquiera a las de grupo alguno.
La Pila.
En el caso del PRI, este se ha quedado huérfano. Luis Antonio Macías Trejo y Gerardo Barrón, quienes eran el alma de este partido que llegó a tener la posibilidad de renacer en el pasado proceso electoral, fueron enterrados por los intereses personales del ex presidente y dirigente estatal del PRI en la Secretaría General del otrora “Partidazo”. El caso es que no se ve por dónde se dé la lucha de la oposición en contra del gobierno de Héctor Magaña, del partido naranja Movimiento Ciudadano o Verde Ecologista. Muchos se fueron a poner a las órdenes del alcalde. Así están las cosas, a nivel local, en Tequisquiapan. Los doctrinarios del PRI permanecen adormecidos y ni siquiera aquellos que apoyaron a Magaña han solicitado ser tomados en cuenta. Así de convulso y complicado está el panorama político en este municipio. Y para 2027 no falta casi nada… al tiempo.