Bitácora 672.-
LA PANDEMIA Y LA DESERCIÓN ESCOLAR.
Escribe.-…#Eduardo Gálvez Ruz.
De los poco más de 643 mil niños y niñas de Educación Básica, USEBEQ, atiende a 470 mil aproximadamente, con el apoyo de 12,815 maestras y maestros y con una infraestructura de 2,041 escuelas. Es decir, atiende el 79% de la población de Educación Básica.
En este universo de alumnas y alumnos, se encuentra que el 50.8% son mujeres y el 49.2% son hombres.
A un año que por razones de salud, se suspendieron las clases presenciales en la totalidad de las escuelas en Querétaro, tanto en Educación Básica como Media Superior y Superior, los resultados son preocupantes.
La pandemia obligó a cambios sustanciales dentro de la organización familiar; madres, padres y, en algunos casos, abuelas y abuelos, tuvieron que asumir el papel de orientadores y participar en la educación escolar de sus familiares. Esto generó, en muchos casos problemas familiares, ya que la mayoría de los adultos no tienen la preparación actualizada sobre el manejo de los modernos sistemas de comunicación y menos conocen el lenguaje técnico usado por los maestros.
Alrededor de 8,000 alumnos no han tenido comunicación con sus maestros. Es decir, por alguna circunstancia, se distanciaron de las clases virtuales y decidieron ya no responder a las invitaciones para que no dejen de estudiar. Son alumnos que desertaron.
Aunque no ha sido sencillo, tanto maestras y maestros, alumnos y padres de familia, han logrado sumar esfuerzos y llevado a cabo un ciclo escolar muy difícil y complicado.
Pero las situaciones que la pandemia ha provocado, como son pérdidas de empleo y riesgos de salud, ha derivado en deserción de alumnos de todas las edades. La necesidad de apoyar a la economía familiar, obligó a un número no determinado de niños y jóvenes a dejar la escuela.
Se tiene conocimiento de que el 1% abandonó la primaria, 4.5% la secundaria y el 12.5% la Educación Media Superior.
Parte de la deserción escolar también se debe a que en Querétaro el Internet no cubre la totalidad del Estado, y por lo mismo la señal no llega o es deficiente. Y si a esto se le suma los altos costos de energía eléctrica, podemos imaginar que los resultados son el tema que estamos tocando.
Es de desear que esta pandemia nos deje grandes experiencias, pero que las aprovechemos es nuestra responsabilidad. No olvidemos a todos esos amigos, vecinos, familiares que han muerto o que han sufrido el duro golpe de contraer Covid 19, de perder su trabajo y tener que sacar a sus hijos de la escuela.
Como dicen, si no aprendemos de lo que estamos pasando, estaremos condenados a tener una sociedad limitada y mediocre. Una realidad es que se ha perdido un año escolar de nuestros niños y jóvenes.
Una de las principales responsabilidades de todos, es evitar que los niños y jóvenes abandonen la escuela, evitar que tengamos una generación ignorante. Todas las propuestas, todas la ideas que sirvan para mejorar la calidad de la educación docente, deben ser tomadas en cuenta.
Tenemos un Estado en pleno crecimiento, con amplio futuro, con una juventud dinámica, por lo mismo, todos tenemos que participar apoyando la disciplina escolar. Que las diferentes instancias educativas sean el eje del desarrollo, no que sean nidos de gente sin compromiso con la educación.
No culpemos a la pandemia de las fallas en la Educación escolar. La Educación es el cimiento y tronco del desarrollo, no hay otra vía. Superarse es la mayor aspiración del ser humano.