Por. Karla Yunnuen
Con la efervescencia de los hechos ocurridos el pasado sábado 5 de marzo en el Estadio Corregidora, las críticas, análisis y comentarios se han centrado en la trifulca, en la inexistente seguridad que existió al interior del recinto, en las sanciones que deberá acatar el Club Gallos Blancos y en la politiquería alrededor del tema.
Sin embargo, hay agresiones silenciosas y agresores que sin saberlo o tener conciencia de ellos, realizan actos desalmados y me refiero a compartir en redes sociales las imágenes de personas lesionadas y desnudas, después realizar memes y por si esto no resultara una bajeza tomarse la libertad de buscar los perfiles de estas personas y exhibirlos públicamente.
Esa agresión también la hemos normalizado, porque después de todo “hay que reírse de las situaciones” “Ya paso” “Nos queda de lección” “De todos modos van a sacar de la liga a los Gallos”, resulta realmente increíble que, en lugar de inundar las redes de los buenos actos realizados para salvaguardar la integridad de familias enteras, se siga viendo como un chiste seguir difundiendo estas imágenes vulnerando la integridad moral de quienes fueron agredidos.
En fin la hipotenusa.