*** La lucha sindical la han desvirtuado con las migajas que les da el gobierno federal a los trabajadores.
*** Quieren acabar con la identidad y con el espíritu de lucha de los trabajadores, lo están logrando.
Por Raúl Rosillo Garfias
La oposición está destruida, por la lucha para mantener sus intereses a salvo, muchos de esos son personales y otros son de grupos, no les importa lo que está viviendo el país, afirma la dirigente vitalicia de la Federación de Trabajadores al Servicio de los Estados y los Municipios… la FESTEM, quien fue entrevistada en exclusiva por Bitácora Diario, en el Portal del Diezmo, luego de participar en el arranque del Foro Nacional de Derecho Colectivo del Trabajo.
Explica que en lo particular la lucha sindical ha sufrido persecuciones intromisiones, vendavales muy serios en su contra tanto por los gobiernos estatales, como por la Presidencia de la República, que ha dejado entrar a los mafiosos a los procesos electorales, que ha permitido que se inserten en los gobiernos estatales que llegan con mucha avaricia y quieren hacerse de todo lo que tienen las organizaciones, en el caso del sindicato de Nayarit, le han asegurado todos los bienes que legalmente son del sindicato y los están dejando en condiciones precarias.
Es menester que la lucha sindical recobre su conciencia y su identidad, y que se entienda que los sindicatos son instrumentos de lucha para beneficio de los trabajadores, y que estos deben estar unidos y tener el mismo objetivo, lograr cada vez mejores condiciones de vida, pero esto reclama preparación estudio y sobre todo identidad, empatía y conciencia de que hay que detener la destrucción del país, de la libertad de prensa, de los organismos que han permitido el avance de la democracia y que están en serio riesgo.
Aún cuando se dice que Estados Unidos no debe meterse en lo que sucede en México, este siempre estará vigilante, pues si no les favorece lo que aquí se está cocinando sin duda que meterán las manos, pero luego fue clara al destacar que hay mucha apatía por parte de los trabajadores, que se han conformado con la limosna que les entrega el gobierno federal, sin darse cuenta que es su propio dinero que han devengado durante décadas de esfuerzo y de trabajo… urge conciencia, empatía y espíritu de lucha, pero también identidad de la clase trabajadora… quienes hoy dirigen un sindicato o alguna organización están siendo asediados y perseguidos.