Hace mucho que busco mis palabras perdidas
la eufonía arrebatada que aun añoro
el simbolismo ausente de los símbolos tristes
que brotan de mis dedos por torrentes
la llave que me falta para azuzar mi fatuo
atrevimiento
que busco una olvidada solución para un
enigma triste una repuesta
en el rostro de la musa de cartón
Hace mucho tiempo que esta tierra no me
pertenece
que perdí la batalla ante las costas enfermas
de horizonte
en un bajamar cuyo límite inferior siempre es
mentira
siempre es el doble fondo de alguna
remembranza
de un recuerdo inventado entre el mar las
noches y la pluma
sobre los labios de la musa de cartón
En los bajo relieves la catástrofe construye su
escondrijo
y el aire se calienta soliendo obscuraciones
acuciantes
que me hacen arrancar girones de la almohada
en que naufrago
y muchas horas se me ahogan en tinteros
indefiniendo cuando apasionado sus signos impasibles
perpetrando consignas de deseo con voz de
muchedumbre
imaginado como para atenuar distancias
infinitas
La musa de cartón palpita ante mis sueños se
fuga de la imagen
copiando suavemente la sollozada
impalpabilidad de su Arquetipo
suavemente la fiereza de los mundos gastados por mis ojos
dilapidados por la resignación
en desentendidas lontananzas
suavemente la quietud ingobernable que
extermina a mordidas cada milímetro
de carne que arde a solas
y suavemente no es jamás la musa Verdadera
y lastima por eso
precisamente por lo que no es
y se parece casi nada pero es mejor que
suicidarse hueco
Una certeza alcanza a veces como hoy
para insaciar la sed que se me ha acumulado
en mil preguntas
sobre las que se engarfia roturando mis
sueños imposibles
y desde la sonrisa
vertiginosamente inalcanzable
desde los ojos de la musa de cartón
el silencio me duele a quemarropa
Autor: Cristián