Por. Joaquín Antonio Quiroz Carranza
Columna. El Ahuehuete
La obcecada avaricia de los monopolios, de las oligarquías financieras, de los terratenientes y de sus más viles siervos, no les permite entender que todas sus vilezas, todo el daño que le han causado a la humanidad les será devuelto no metafóricamente con frases como que se “vayan al basurero de la historia”. Baste recordar lo que le paso a la monarquía durante la Revolución Francesa, el principal espectáculo popular fue la guillotina, lo mismo durante la Revolución Rusa, ni que decir durante la guerra imperialista contra Vietnam o durante los primeros años de la Revolución Cubana, o lo que le paso a los somocistas cuando triunfó el Frente sandinista de Liberación Nacional. Así pues, cuando la furia se desata no hay manera de frenar, todo lo arrasa, todo lo destruye.
Perú está incendiado, y ante cada medida de represión, nuevas formas de lucha populares emergen, las escenas son extraordinarias: hombres, mujeres, indígenas, de la tercera edad con lanza piedras enfrentando a las fuerzas represivas y al mismo tiempo convocando a la policía a unirse a la lucha de su pueblo, periodistas independientes cubren la insurrección popular a pecho descubierto, sin mayor pretensión que mostrar la realidad. Fidel Castro lo dijo muchísimas veces los pueblos libres están dispuestos a sacrificar hasta su último integrante sólo por ser libres. Simón Bolívar cruzó los Andes varias veces, su tropa: hombres y mujeres de todos los rincones de Nuestra América lo acompañaron por una causa: la independencia, por ella sufrieron hambre, frío y dolor.
Mientras los monopolios, los oligarcas y sus lacayos buscan más riqueza, los pueblos lo único que desean es ser libres y que se respete su voluntad. El pueblo peruano eligió a Pedro Castillo Terrones como su presidente, hoy es el único presidente electo democráticamente. No hay negociación en ello.
Ernesto Che Guevara en la Conferencia Tricontinental expresó: “a los imperialistas no se les puede confiar ni tantito así”, señalando el dedo meñique de su mano y es verdad. Los partidos políticos de derecha en México sometidos y financiados por el Sr. X y este a su vez por los Estados Unidos, sueñan con hacer lo que la embajada de Estados Unidos ordenó hacer en Perú. Albert Einstein escribió “Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana y del primero tengo mis dudas”. Es una verdad absoluta. La estupidez de los conservadores llega al límite, pierden toda sensatez: destituyen un presidente o usan una botarga en la tribuna del Senado mexicano. Ni manera, ni manera.
No es posible predecir, pero todo parece indicar que la humanidad será capaz de sacudirse a todos los integrantes de las oligarquías, de las burguesías y a sus lacayos y salvarse como especie humana. Tal vez se cumpla la profecía de que se puede construir el Reino de los cielos en la tierra.