Hay ocasiones en que encontramos la palabra correcta en cualquier charla y en cualquier momento… dice la filosofía popular que la vida es experta en cambiar jerarquías, que hoy te encuentras arriba y mañana quién sabe, y que eso debe medir el comportamiento de los hombres y las mujeres que hoy están empoderados, que tienen cargos, y que efectivamente si los saben aprovechar con humildad y con capacidad de almacenamiento, podrían aprender mucho más de lo que te pueden dar las aulas como teoría… esto es experiencia pura, es viva… vivida… y vemos cómo en estos tiempos un joven político como Eric Gudiño Torres se ha ido consolidando como un buen cuidador de la gobernanza de los queretanos, sabiendo actuar a tiempo, en tiempo y forma, como dirían los clásicos… y su trabajo se empieza a reconocer… pero Eric tiene oídos y tiene formación, tiene amigos que le aconsejan y él sabe escuchar… hay futuro para el político…
Estamos ya en el último mes de 2025, un mes en el que se festeja, en el que se sonríe y en el que se gasta dinero, sí, pero también se entrega afecto, se entrega compromiso, se rompen algunas inercias negativas, se fortalecen algunas amistades, se aceptan compromisos y en otros casos inclusive se inician proyectos para el futuro… para todos, para todo, para la sociedad en general, deseamos lo mejor de lo mejor, y que la crítica siga, para que se mejore la capacidad de respuesta de las autoridades, que la crítica sea para que se haga cada día un mejor trabajo a favor de los ciudadanos… y que este sea el punto de partida para que México y el mundo vivan mejor.
Vienen tiempos electorales, vienen tiempos de definiciones, habrá que tomar en serio la actividad de comunicar, de estar y de ser protagonista del tiempo que nos toca ver y transmitir… la libreta del reportero… que nunca se cierre, que nunca deje de registrar lo mejor y lo peor de los momentos de la vida de la humanidad, para que continúe siendo uno de los grandes auxiliares de la historia… que sus casos ahí registrados, sean puestos en la mesa de los expertos para que diluciden en el tiempo que los requiere y que les lleve a agotar los pasos del método científico, para emitir sus juicios y dejar en claro lo bueno o lo malo que le hemos hecho a la humanidad.
