+++ El llamado Plan Michoacán no cayó bien en el resto de las entidades. Muchos gobernadores insisten en que se requiere un plan nacional de paz y seguridad que incluya a los 32 estados, y no estrategias aisladas que solo alimentan sospechas políticas. Y es que la narrativa sobre un supuesto choque entre el gobierno de Claudia Sheinbaum y el expresidente López Obrador sigue creciendo. Analistas serios —varios con información cercana a los círculos del poder— aseguran que existe una pugna soterrada entre el gobierno saliente y el actual. Incluso hay quienes se aventuran a decir que la tensión es tal que la presidenta podría enfermar, no concluir su sexenio o, en el extremo, ir solo hasta la revocación antes de entregar el mando a otro morenista de la nueva nomenclatura, ya lejos del viejo PRD o PRI que todavía pululan en las élites.
+++ Los planes de seguridad deben adaptarse a cada estado, sí, pero hacer uno solo para Michoacán luce más como cortina de humo que como estrategia integral. Y eso alimenta la percepción de que se intenta blindar políticamente a los morenistas, a los hijos del expresidente y al propio López Obrador. Mientras tanto, la ciudadanía ya notó que el famoso “combate a la pobreza” no se refleja en educación, salud, seguridad ni ingresos; se refleja únicamente en programas sociales que hoy son apoyos… pero mañana serán impuestos que alguien tendrá que pagar. Y cada vez son menos los que pueden soportarlo.
+++ Los analistas independientes —los que no reciben recursos federales y aun así cargan con el mote de “chayoteros”— han sido contundentes: el populismo en América Latina no ha transformado a las naciones, como tampoco lo hará en México si se mantiene este rumbo. En los pasillos de Morena se escuchan frases durísimas: “no nos interesa que aprendan; nos interesa que dependan”. Y esa visión ya traspasó fronteras y ha llegado a foros internacionales que observan con preocupación el control que el gobierno busca ejercer sobre la población. El mensaje es claro: Estados Unidos ya presiona a Venezuela, y con o sin la condena del gobierno mexicano, eso está ocurriendo. Y cuando Washington aprieta una tuerca… tarde o temprano aprieta otra.
Es cuanto.
