Por Raúl Rosillo Garfias
*** No hay defensa, ante la mirada que se oculta y el dedo que señala de lejos, pero es entonces cuando el miedo se esconde y el valor asoma su rostro… y estas máximas vienen a colación, porque en este tiempo de toma de decisiones, empieza a suceder mucho este tipo de conductas en los operadores de cada precandidato o pre aspirante a candidato, con la intención de ganar adeptos, para los y las unos y las otras… se olvidan de otras máximas que hay en la vida política y que solo practicaban los verdaderos liderazgos y los convencidos de sus máximas ideológicas… que dice … por hambre no seremos vencidos…pero de esos ya no hay ni siquiera en el aparador… y hay que construirlos con urgencia…
*** Es tiempo de que los políticos, los verdaderos, no los que quieren llegar para enriquecerse, trabajen atenidos a su propio frenesí, sin horas de descanso y sin fatiga… para lograr sus objetivos, algo que desde luego se verá poco, porque en estos tiempos lo que impera es la descalificación, nunca más el diálogo y sobre todo el debate, aunque sea en las redes sociales… ya solo es la grosería y la descalificación sin el menor rubor… es triste este episodio de la vida nacional…y entonces… ahí en esos espacios entre la sociedad y el gobierno… surge el reportero que como nadie puede observar a los hombres y a las mujeres que están bien para el poder… porque no hay hombre más libre que el reportero…que siempre ha vivido entre la censura y la persecución, y vuelve a cobrar relevancia su trabajo ante las nuevas leyes que acaban de entrar en vigor con las reformas Constitucionales… es cuanto…