Por Raúl Rosillo Garfias
Tema grande y fuerte. Aunque Querétaro no es de los estados con mayor expulsión de personas a los Estados Unidos, no es menor la cantidad de paisanos que están allá. Por eso, y por todos los que están en ese país de forma irregular o indocumentada, los 300 mexicanos consultados en los Estados Unidos están en alerta máxima ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Las manifestaciones se están sucediendo una y otra vez, y se recuerdan los discursos de Martin Luther King, mientras que los migrantes afirman que son poderosos para avanzar.
Datos interesantes indican que el 70 por ciento de los migrantes tienen más de 10 años viviendo en aquellas ciudades, y que les resulta complicado regresar a su país de origen porque allá han hecho ya una vida. Las mayores concentraciones de migrantes están en Texas, California e Illinois. Los estados que más personas tienen en los Estados Unidos son Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Chiapas, Hidalgo, San Luis Potosí y Puebla.
El asunto es que, del 100 por ciento de migrantes, el 44 por ciento son mujeres y el 65 por ciento son hombres, con edades entre los 30 y los 54 años. La mayoría de ellos están en el área de la construcción y los servicios, pero también en los campos de la producción agrícola. Se temen redadas, y sobre todo esto, hay instrucciones por parte de Juan Ramón de la Fuente para los cónsules y los departamentos legales mexicanos en esos lugares: puertas abiertas en los consulados para defender a los connacionales.
Mientras todo eso sucede… los dobles discursos de los políticos, sobre todo los de Morena, son patéticos, diciendo que el impulso de la municipalización de Santa Rosa Jáuregui, Vizarrón y de Santiago Mexquititlán no son temas de política, sino del pueblo.
La realidad es que, mientras más municipios existan, la redistribución tendría que hacerse de manera inmediata, y hay que entender que si Querétaro tiene más de 2 millones de habitantes, entonces tendría que incrementar su representación en las cámaras locales y en la federal, sin duda. Y entonces, de nuevo, habría que intervenir la Constitución, pues a más gente, más representantes. ¡Ojo con estos temas!
Finalmente, no dejan de mostrar su división en Morena, pues el grupo que sigue a Luis Huberto Fernández, quien podría ser el caballo negro para buscar la gubernatura del estado, aunque puede ser el más poderoso por el momento, no debe descuidar su desgaste ni el propiciar alianzas diversas, si no formales, sí de facto, con quienes hoy gobiernan.
Porque de eso se están acusando los dos grupos que lideran las fuerzas de Morena… ¡Cuidado con las aguas! Y es cuanto…