Por Raúl Rosillo Garfias
*** Dicen los que estudian, que el miedo no siempre es de cobardes, que mucha de nuestra sociedad y sobre todo en estos tiempos aciagos, se vive así, todos los días que sales a la calle, que recorres las avenidas, hay que toparse con gente que tiene miedo de llegar tarde al trabajo, miedo de no hacer bien las cosas, miedo de ser despedido del empleo… miedo del clima, de la enfermedad, del pago de los impuestos… y entonces nos damos cuenta que ante tanta cosa, que ante tanto todo… la libertad se nos fue sin darnos cuenta… dejamos de preferir algunos oficios por una profesión, quisimos y queremos que a nuestros hijos y nietos no les falte nada, porque nos creemos infelices… pero la realidad es que las gotas de la felicidad apenas si las hemos probado y ya hasta olvidamos a qué saben…
*** Otros dicen, que para vivir nuestros miedos se requiere mucho valor, y algunos más dicen que el miedo ha sido el motor que los lleva buscando el éxito… el caso es que la sociedad de unos años para acá, cambió de rostro… y hay que entender que el mundo nunca ha dejado de moverse como un río, con curvas y cambiando de dirección, una dirección que normalmente no previmos en nuestros planes, porque creemos que el día de mañana será igual al hoy… pero todo es diferente… eso desde luego los partidos políticos, sobre todo los que creyeron ser dueños permanentes del escenario lo dejaron ir… lo dilapidaron entregaron sus banderas, se dieron a la complacencia y hoy sufren la consecuencia…
*** Tienen razón los estudiosos de la vida humana, de la observación de los comportamientos, pues el reloj no existe en las horas felices… se disfruta a placer, se hace lo que se tiene que hacer y se olvida todo… pero la realidad que es cruel regresa para reordenar el pensamiento y el que hacer…