Hasta el 11 de febrero, en Paseo de la Reforma se exhibirán 26 imágenes realizadas por exreos que reflejan su recuperación de la libertad en la muestra ‘Reflejos de la Reinserción Social’
CIUDAD DE MÉXICO
Los talleres de fotografía impartidos por el Instituto de Reinserción Social son una oportunidad para aquellos reclusos que, una vez liberados tras cumplir su condena, quieran integrarse plenamente en la vida social, cultural y laboral que les había sido privada.
Hasta el 11 de febrero, Paseo de la Reforma expone 26 fotografías realizadas por exreos que reflejan su recuperación de la libertad en una muestra llamada “Reflejos de la Reinserción Social”.
La obra es un reflejo de qué pasa después de recuperar la libertad que uno había perdido. En mi caso es correr, bailar y estudiar”, contó Antonio Oropeza, quien salió de prisión hace cuatro años y la fotografía le ha ayudado a reinsertarse en sociedad.
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Sus tres fotografías son autoretratos en los que Oropeza aparece haciendo ejercicio, bailando y paseando en el edificio de una facultad, en recuerdo de los tiempos en los que estuvo estudiando Derecho.
“Nos llamó la atención aprender a manejar la cámara para transmitir nuestros sentimientos y nuestra nueva vida”, añadió Oropeza, que tomó un “curso relámpago” de 50 horas impartido por el Instituto de Reinserción Social.
La discriminación cae profundamente en las personas privadas de su libertad, cuando salen cargan injustamente marcas y prejuicios”, lamentó durante la presentación de la muestra la presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación, Jacqueline L’Host.
Señaló que no hay motivo para discriminar a los exreos, puesto que salieron de la prisión porque “ya cumplieron con la sociedad”.
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La reinserción es uno de los grandes retos de las autoridades mexicanas junto con la mejora de la situación en las prisiones, que registran altos índices de violencia con decenas de riñas, muertes y motines cada año.
