Por el Lic. Roberto Jiménez Salinas
Barrio de San Isidro, San Juan del Río, Querétaro.
Considerada como la Fiesta Popular más importante del Plan de San Juan del Río, que comprende amplio territorio de los municipios de Pedro Escobedo, Colón, Ezequiel Montes, Tequisquiapan y San Juan del Río, en este municipio destaca desde tiempos inmemoriales como un centro de reunión espiritual y de convivencia familiar.
El Barrio de San Isidro es uno de los Barrios más emblemáticos de la Ciudad de San Juan del Río, dedicados sus habitantes desde sus orígenes a la agricultura a la vera del Río San Juan, cultivos de fresa, flores, vegetales y sus hermosas huertas de aguacate y frutales le convirtieron en un paraíso lleno de tradiciones y antiguas leyendas.
La llamada modernidad como mala hierba ha logrado convertir al antiguo barrio en una colonia conurbada a la mancha urbana que nada perdona, pero quienes aman de verdad al barrio se niegan a perder su identidad.
Se venera en esta tierra a un hombre de origen español, casado y padre de familia, de oficio agricultor, hombre de Dios y dedicado al servicio de quien lo necesitare, Isidro el Labrador.
La bella escultura estofada y policromada del Santo Varón fue traída de España por el hacendado de este lugar y colocada en su oratorio particular, con el tiempo y con las luchas internas del País se dice que la imagen fue enterrada por sus antiguos dueños para evitar ser robada, hasta que pasado mucho tiempo unos campesinos la encontraron y la llevaron a una casa particular del barrio para darle culto, al poco tiempo la Imagen “se perdía” y era encontrada donde ahora está el templo dedicado a su memoria, varias veces pasó este hecho hasta que decidieron edificar un templo en su honor y es el que actualmente se aprecia con notable ampliación.
Muy sonada la devoción a San Isidro y su fiesta, aquí las tradicionales enchiladas queretanas no tienen comparación, Patricia Rosillo es una de las mejores exponentes de esta rica gastronomía, las gorditas y tostadas de trigo que llegan anualmente de la comunidad de El Mirador, el pan que viene de Tlaxcala, artesanías y puestos de loza le dan vida a una fiesta popular que se niega a morir ante los embates de una mal entendida modernidad que amenaza su tradición.
La Danza de Conquista de Moros y Españoles Danza San Isidro no repara en gastos ni en esfuerzos de su juventud empeñada en no perder su herencia e identidad, Un gran trabajo de la Mayordomía que encabeza Rubén.
Los agricultores anualmente adornan su maquinaria agrícola y otros a caballo en colorido desfile por la ciudad hasta llegar al Barrio para agradecer el buen temporal, “ser agradecido es de ser bien nacido” forman una gran muralla que defiende esta bella tradición.
REGAÑOS A UN SANTO:
Hace años Don Mateo Mancilla, campesino de Santa Cruz Nieto, hombre “recio” y curtido en el trabajo pero fiel a su devoción, acudía anualmente a llevar su agradecimiento o su queja,…”en una ocasión que no había llovido, fue mi Tío Don Mateo a la fiesta y después de dar gracias se detuvo a medio templo, hincado y con los brazos en cruz clamaba ¡Señor mío! …Ya vinimos a tu fiesta, ya te dimos tu limosnita y mira no´mas, ¡Tu no pones nada de tu parte!…ya me voy San Isidro, pero ya luego que llegue a mi casa, le echas”… Esteban Mancilla.
Barrio de honda tradición y Fe, es uno de los Barrios que integran a la Antigua Asociaciónn del Señor del Santo Entierro desde 1689, uno de los pueblos que aún mantienen firme el ejercicio de las alabanzas terciadas de nuestro Padre Alfaro, teniendo en el gran Carlitos y en Rubén sus mejores exponentes como alabanceros.
La Fiesta perdurará mientras haya campesinos, tierra que cultivar y un Dios a quien agradecer sus bondades, una eternidad.