Por Claudio Osornio
La recolección, traslado y confinamiento de la basura en varios municipios del Estado de Querétaro se ha convertido en un verdadero “dolor de cabeza” para las administraciones locales y para sus representantes de Gobierno.
El mejor ejemplo ésta realidad, es lo que ocurre hoy en día, en el municipio de Tequisquiapan. Desde el arranque de la actual administración municipal, sobre todo la recolección de basura se convirtió en el talón de Aquiles del Gobierno Local.
Las denuncias ciudadanas en ese sentido, se han plasmado con toda crudeza desde hace varios meses. Sin embargo el problema “tocó fondo” esta semana cuando la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SEDESU), decidió clausurar el Relleno Sanitario de dicha localidad.
La incapacidad para seguir recibiendo basura, así como la falta de condiciones técnicas y operativas del Relleno Sanitario en Tequisquiapan, son sólo algunas de las observaciones que realizó la dependencia estatal para clausurar el inmueble.
Sin embargo hay que resaltar, como lo afirmamos al inicio de éste espacio periodístico, que el problema de la basura es en realidad una “papa caliente” para varios gobiernos Municipales, entre ellos San Juan del Rio, Pedro Escobedo, Tolimán y no se diga en los municipios metropolitanos de Querétaro, Corregidora, El Marques y Huimilpan.
Según un estudio técnico elaborado precisamente por la SEDESU al inicio de éste 2018, se establece que el promedio de generación de basura en el estado de Querétaro, es de un kilo por cada ciudadano, al día. Lo cual nos ubica aún por debajo del promedio nacional.
Todos los días, se generan en Querétaro un total de mil 837 toneladas de basura, las cuales provienen en su gran mayoría de la capital del estado y de los municipios conurbados. Según el estudio de la dependencia, se cuenta con 16 centros de confinamiento de residuos, de los cuales 9 de ellos son Rellenos Sanitarios, 6 son sitios controlados, además de un tiradero a “cielo abierto” que se ubica en el municipio de Tolimán.
Los municipios de El Marqués, Pedro Escobedo y Pinal de Amoles, son las únicas localidades donde no existen centros de confinamiento final de residuos; por lo que los Gobiernos Locales, están obligados a trasladar sus residuos a los centros de confinamiento más cercanos.
A pesar de tener un promedio de generación de basura por cada habitante, por debajo de la media nacional, la pérdida de suelo en Querétaro por confinamiento de basura, según el reporte de la SEDESU, impacta al 60 por ciento de la superficie total del que se cuenta.
Los gobiernos locales tienen que entender que Querétaro se ubica como una de las entidades que más reciente el confinamiento de la basura a nivel nacional, donde el promedio tan sólo rebasa el 30 por ciento.