Origen virreinal
Uno de los distintivos de la ciudad capital, Querétaro, es su Alameda, que data de finales del siglo XVIII y que, para tenerla, fue necesario contar con una autorización del virrey, la iniciativa de Ignacio Ruiz Calado y, desde luego, del donatario del terreno, don Ramón Samaniego, quien señaló que este espacio de unas 9 hectáreas era apto para la plantación inicial de más de mil árboles endémicos para crear un espacio propio de recreación.
Esto ocurrió entre los años 1793 y 1804, cuando se convirtió en el principal espacio de recreo en el Centro Histórico de la ciudad.
Espacio de encuentro y convivencia
Este bello sitio, lleno de árboles de diferentes especies y tamaños, no solo era el lugar donde se reunían las familias los fines de semana para convivir, caminar y escuchar música; también fue lugar de encuentro de enamorados y escenario de declaraciones amorosas.
Fue espacio de juegos y diversión de niños y jóvenes, quienes utilizaban sus callejuelas para aprender a andar en bicicleta, que rentaban en casas especializadas en la calle de Pasteur.
En tiempos de pandillas fue escenario de riñas campales, pero también de conciertos de la Banda de Música, oradores y declamadores desde el kiosco o desde templetes cercanos al monumento a Miguel Hidalgo, de donde toma su nombre actual la Alameda.
Remodelaciones y legado histórico
La evolución de este espacio público, considerado uno de los primeros a nivel nacional y de los pocos preservados, llevó a que en 1897 tomara el nombre de Alameda Hidalgo. Ese año sufrió una gran remodelación:
-
Se plantaron más árboles.
-
Se construyeron sanitarios públicos y una cafetería.
-
Se colocó el monumento al Padre de la Patria.
-
Se edificó el kiosco monumental, que aún se conserva.
Las renovaciones de 1987 y 1988 se realizaron con base en el diseño original. En 2015, bajo el gobierno municipal de Marcos Aguilar Vega, la Alameda se rehabilitó con criterios del INAH:
-
Se colocó un bardeado de cantera rosada.
-
Se añadió adocreto, mobiliario urbano nuevo e iluminación.
-
Se hicieron accesos universales.
-
Se procuró no afectar la fauna local (ardillas, tlacuaches y aves).
Pulmón verde y centro social
Este pulmón verde urbano también servía a las instituciones educativas que lo rodeaban, como espacio de preparación para desfiles o ensayos de tablas rítmicas y pirámides humanas.
Fue utilizado por el Pentatlón Militarizado Universitario como centro de reunión y por escuelas como Alma Muriel, Instituto La Paz y Cinco de Mayo, que lo convirtieron en campo de entrenamiento.
La Alameda fue un lugar emblemático para reencuentros familiares y de amigos, pues hasta los años setenta y ochenta fue referencia al estar junto a la central camionera y al paradero de autobuses foráneos.
Patrimonio cultural e histórico
Hoy, la Alameda Hidalgo cuenta con 9 hectáreas de terreno y más de 1,800 árboles. Es considerada un pulmón verde que mejora la calidad del aire y forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Es un espacio con historia: aquí estuvieron Maximiliano de Habsburgo, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero y los constituyentes de 1917.
La Alameda ha sido testigo de pasajes clave en Querétaro y México. Aunque para las nuevas generaciones puede pasar desapercibida, sigue siendo un símbolo de raíces virreinales, revitalizado y lleno de historias y tradiciones.
Forma parte del patrimonio cultural de Querétaro y refleja la continuidad de una ciudad que busca que lo que sirve permanezca, lo que no sirva se quite y lo que esté mal se corrija, para seguir siendo uno de los mejores lugares para vivir en México.