Por Andrea Peña
Tras seis días de viaje por Rusia, el líder norcoreano Kim Jong-un regresó a Corea del Norte con un regalo de cinco drones explosivos, un dron de reconocimiento y un chaleco antibalas, de parte del gobernador regional de Primorie, Oleg Kojemiako.
Este viaje género incertidumbre global, principalmente sobre los acuerdos de transferencia de armas entre los dos países enfrascados en enfrentamientos separados con Occidente.
El gobernador de esta región del Extremo Oriente ruso, que tiene fronteras con China y Corea del Norte, también entregó a Kim “ropa especial no detectable por las cámaras térmicas”, según la agencia oficial rusa TASS.
La ceremonia de partida del dirigente de la República Popular Democrática de Corea, tuvo lugar en la estación de Artiom-Primorie-1, donde ya se encontraba el tren blindado de Kim Jong-un, el cual se dirigía hacia el puesto fronterizo de Jasán, a unos 250 kilómetros.
A la hora de la despedida, sonó la marcha patriótica “El adiós de Slavianka”.