Tu enjambre se ciñe a mi cuerpo
incesante
granulado
febril
y palpitan los pliegues de esta angustia:
seda tardecina que nos viste y es remanso
[de la sombra
Llueves ǀ te dispersas
sembrando a cántaros tus aguijones
[bajo el ruido de mis piernas
sobre el hueco en que te inquietas
Tu firmeza anochece
instiga la espesura con vehemencia
para colgarse de la desnudez que canta
a la quietud arborescente en la penumbra