Por Andrea Peña
El presidente estadounidense Joe Biden, se unió a la huelga de los trabajadores del sector automotriz en Detroit, Michigan para exigir mejores condiciones laborales.
Teniendo interés en convertirse en el mandatario más sindicalista de Estados Unidos y el primero en sumarse físicamente a un paro laboral.
Por invitación del electricista Shawn Fein, presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Biden acudió a Detroit, sede de los llamados Tres Grandes de la industria automotriz —General Motors (GM), Ford y Stellantis (que engloba a Chrysler)
Físicamente, se unió al plantón en un centro de distribución de GM en el condado de Wayne (Michigan), a las afueras de Detroit, con megáfono en mano, subido a unos palés de madera y con una gorra roja del sindicato, mostró su apoyo a las reivindicaciones de los huelguistas.
“Merecen un aumento considerable, (…) manténganse firmes, se merecen un aumento de sueldo considerable y otras ventajas”.
Cabe recordar que como candidato a las primarias presidenciales de 2020, Biden se unió a los plantones de los trabajadores de casinos en Las Vegas y del motor en Kansas City, pero no hay precedentes de un presidente de EU en el cargo con una aparición similar.