Una de las instituciones que le ha seguido el paso al crecimiento de San Juan del Río, y que se constituye como una necesidad de interlocución entre los empresarios que empezaron a llegar a esta ciudad y las autoridades de los tres niveles de gobierno, tiene sus antecedentes en la inquietud de los hombres de empresa, entre ellos Francisco Salas León, de los empresarios que ya estaban aquí cuando se funda el Parque Industrial Valle de Oro, por Gonzalo Río en el gobierno de González de Cosío.
Esta tierra, con un sol refulgente y con energías altamente positivas, se convirtió en uno de los atractivos más importantes a finales de los sesenta y principios de los setenta, cuando empezaron a llegar empresas que iniciaron un proceso de transculturación, al aceptar a jóvenes en sus filas o a hombres maduros que querían tener ingresos, pero que durante los meses de siembra y cosecha abandonaban las empresas para atender sus parcelas en el campo.
Un proceso difícil, una transculturación que se dio y que, a la postre, dio origen también a la organización de industriales más antigua que tiene la ciudad, la cual empezó a funcionar con una oficina en plena avenida Juárez, donde antes había estado la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social, mientras se construía lo que hoy se conoce como la Clínica 6. De esta fundación de la Asociación de Industriales han pasado ya 51 años, pues su origen se remonta a 1973-1974.
Esta institución llegó a tener un peso específico serio. En las mismas oficinas donde nació la Asociación de Industriales, más tarde nacería también la Canacintra y, desde luego, el sindicato patronal con la Coparmex, antes de que la Canacintra tuviera la sede que hoy ocupa en el Parque Industrial, entonces manejado por el FIDEQRO durante el gobierno de Mariano Palacios Alcocer. Fue en ese periodo cuando se donó a la Cámara de la Industria de la Transformación un predio junto a la ex hacienda Los Pirules, que recientemente fue remodelada y será un gran centro de capacitación de la Cámara.
Hoy, esta Asociación de Industriales es presidida por Jesús Herrera García. De acuerdo con información obtenida en diferentes fuentes, la institución ha promovido y se ha sumado a iniciativas sociales y ambientales, con una vinculación real de la empresa con el gobierno, en donde destacan actividades de reforestación, limpieza del río San Juan y su papel como ente consultivo del gobierno municipal en temas de desarrollo.
Es menester señalar que, en los últimos años, ya con el gobierno de Roberto Cabrera, se ha dado un gran acercamiento entre el sector empresarial y el gobierno, algo que se había perdido un poco y que ahora se retoma y se calibra efectivamente en su importancia. Datos económicos destacan que el 77 por ciento del PIB del municipio lo generan la industria y la industria de la construcción, dos sectores que le imprimen dinamismo al crecimiento de esta tierra. Además, la industria aporta entre el 21 y el 22 por ciento del PIB estatal, lo que habla de su potencia y de su importancia total.
Los datos son reveladores: se dice que el 35 por ciento de la población económicamente activa en el municipio depende de la industria, y otro alto porcentaje proviene de la industria de la construcción, en una ciudad que tiene una dinámica real, pues está entre las tres a cinco ciudades con un crecimiento por encima de la media nacional.
En estos 51 años de vida de la Asociación de Industriales, esta organización puede presumir, junto con la Canacintra, que en esta tierra operan industrias automotriz, alimenticia, electrónica, química y de bebidas, además de los trabajos para la industria aeronáutica, que han generado más de 14 mil empleos directos en los últimos años y que siguen en crecimiento, tanto en el Parque Industrial San Juan, como en el Parque Valle de Oro y otros pequeños micro parques a los que no se les puede restar importancia.








