Edilzar Castillo
Nació en una colonia en el De efe (hoy CDMX), sus padres costearon la carrera profesional en un colegio de esos llamados “de paga”, se graduó en Comunicación Social con “buenas calificaciones”; Por ello y por otras circunstancias, consiguió trabajo en importante televisora esa que colinda con aquel famoso parque de diversiones ubicado debajo de ese cerro que a veces se cubre de nieve.
En el desarrollo de su labor fue enviado hacer un reportaje de tipo socioeconómico allá por la sierra de Oaxaca; Usted señor aproximadamente, ¿Cuánto gana? Preguntó el reportero al campesino, de tez reseca, marchita por el sol, barnizado de sudor, venía cubierto sólo con un modesto calzón de manta, una camisa muy vieja y rota; Ansioso por escuchar su respuesta casi le incrusta el micrófono en la boca.
El rechinido de sus huaraches irrumpió aquel gélido silencio, avanzó dos pasos, tomó el micrófono con su mano derecha, temblorosa, con pausa, lo acercó a sus labios, luego, su rostro comenzó a denotar el esfuerzo de la concentración; El intento por traer a su mente alguna cifra familiar la cual le ayudara a responder esa pregunta inquisitoria del perfumado sujeto. Sus ojos frente a la cámara, miraron al cielo como buscando algo o alguien.
Con el rostro contrariado, quizá algo apenado, se atrevió a articular estas palabras: Pues aproximadamente, no gano nada- dijo por fin.