Bitácora 658.-
La Secretaría de Salud Queretana emite recomendaciones para evitar la deshidratación, que se define como la alteración o falta de agua y sales minerales en el cuerpo, y ocurre cuando una persona pierde más líquidos de los que incorpora.
De acuerdo con la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto, la deshidratación puede ser leve, moderada y severa. En los casos severos es una emergencia que pone la vida en peligro.
Se puede perder una gran cantidad de líquidos por: vómitos o diarrea, sudoración excesiva (por ejemplo, por hacer ejercicio en clima cálido), fiebre, orinar demasiado (por diabetes no controlada o por ingesta de algunos medicamentos).
No siempre hay un indicador temprano confiable de la necesidad de agua del organismo. Muchas personas, en especial los adultos mayores, no sienten sed hasta que están deshidratados. Por eso es importante aumentar la ingesta de agua cuando hace calor o se está enfermo.
Los signos y síntomas de deshidratación también pueden variar según la edad. En lactantes o niños pequeños son: boca y lengua secas, llanto sin lágrimas, no mojan los pañales durante tres horas, ojos y mejillas hundidas, zona blanda en la parte superior de la cabeza (fontanela hundida), irritabilidad.