Joaquín Antonio Quiroz Carranza
El uso medicinal de las plantas, hongos, insectos u órganos animales, se remonta al propio origen del ser humano, quien viendo el comportamiento de otras especies animales experimentó y fue desarrollando un conocimiento sistemático, trasmitiéndolo de generación en generación mediante la oralidad, la práctica cotidiana, y de forma gráfica en códices, pinturas y otras expresiones culturales.
La herbolaría mexicana dispone de una gran riqueza biológica donde muchas de sus especies poseen propiedades medicinales útiles para eliminar afecciones y dolencias del ser humano o de sus animales domésticos. En México se han reconocido 4500 especies vegetales con propiedades terapéuticas, se dispone de un universo de 200 mil especies de hongos, muchos de ellos apropiados para uso terapéutico, infinidad de insectos y arácnidos, serpientes y animales superiores con estas cualidades. Esta riqueza coloca a nuestro país en el segundo lugar a nivel mundial.
El poder hegemónico siempre ha querido dominar todos los aspectos de la vida humana, y el control de los remedios es fundamental para su existencia dominante. Por ello durante la época feudal se persiguió a curanderos y curanderas acusándolas de brujas y hechiceros. En México la Santa inquisición y el Santo Oficio, que de santos no tenían nada, asesinó a miles de indígenas acusándolos de herejes, destruyó códices y todo tipo de manifestación de las culturas prehispánicas que mostraban el poder de su conocimiento en el terreno de la herbolaria. De la misma forma la fundación Rockefeller persiguió y reprimió, sobre todo en Estados Unidos, a toda manifestación médica no autorizada, lugar donde hasta en la actualidad se castiga fuertemente la práctica naturopática y herbolaria.
A pesar de la negativa de los conquistadores europeos para reconocer la sabiduría de los pobladores mesoamericanos, quedaron testimonios sobre el uso medicinal de las plantas, como en la obra de Bernal Díaz del Castillo titulada “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, o “La relación de las cosas de Yucatán” que escribió Fray Diego de Landa tras destruir los códices mayas y dirigir la masacre de Maní, Yucatán, o la joya cultural y científica que escribieron los médicos nahuas Martín de la Cruz y Juan Badiano titulado “Librito de las hierba medicinales de los indios” y conocido como “Códice De La Cruz-Badiano”, el cual es el libro sobre herbolaria indígena más antiguo del continente americano.
En México, el 90% de la población ha optado, al menos una vez en su vida, por la herbolaria para mejorar su calidad de vida. De las 4500 especies de plantas reconocidas por sus propiedades medicinales, solamente al 5% se le ha practicado algún análisis farmacológico, lo cual no invalida su utilidad terapéutica.
En forma de infusión, cataplasma, colirio, tintura, ungüento o microdosis, la herbolaria mexicana está presente con permiso o sin él en prácticamente todos los hogares mexicanos, es apropiada para tratar enfermedades autorizadas y no autorizadas, su existencia es una manifestación de la resistencia cultural de nuestra mexicanidad como mezcla de lo indígena, lo europeo, lo criollo y lo afroamericano. Fomentar su uso y desarrollarla es fundamental para lograr nuestra independencia y autonomía frente a los monopolios médico-farmacéuticos.
El viernes 29 de abril de 2022, en la sede estatal de MORENA Querétaro, ubicada en la calle Ejército Republicano No. 163 Col. Carretas, Santiago de Querétaro (junto a Plaza de Las Américas) El Ahuehuete, herbolaria expondrá una colección de 84 tipos diferentes de microdosis, ofrecerá consulta herbolaria gratuita y ampliará el tema aquí tratado. Para mayor información se puede llamar o mandar mensaje por whatsapp al 4423775127.