TRIBUTO A UN LÍDER Y FILÁNTROPO AMEALCENSE
Amigo, filántropo, visionario, hombre de negocios, discreto y, sobre todo, extraordinario amealcense.
Muestras de solidaridad ha encontrado en la sociedad amealcense y queretana la familia de don Javier Flores Becerril, un personaje y empresario que, a fuerza de trabajo, de venir de abajo y de luchar incansablemente por hacer progresar a su tierra, no solo fue benefactor de muchas instituciones, sino que se le reconoce como uno de los impulsores del nacimiento de la Universidad Autónoma de Querétaro, junto con Luis Franco Mejía, que también ya descansa, y Alfonso Ruíz, que sin duda están ya gozando de la tranquilidad eterna, convirtiéndose en estrellas que guían el futuro y el presente de este Pueblo Mágico.
Tras una larga lucha con una enfermedad que lo postró durante los últimos años, Javier Flores Becerril perdió la batalla y hoy su familia toda lo despide con enorme dolor; sus amigos se han solidarizado con él, como se solidarizaron con sus causas, en las que con toda su vida puso ejemplo de trabajo y pundonor.
Este personaje, que proviene de una de las comunidades más emblemáticas de Amealco, se convirtió en un líder moral, en un mecenas para el PRI de este municipio. Fue secretario del Ayuntamiento, buscó afanosamente ser presidente municipal, pero las cosas no resultaron y, aun así, siguió apoyando a su partido siempre, prestándoles una casa, gestionando un terreno para que edificaran su sede, entre otras muchas maneras de apoyar.
Hoy Javier Flores se integra a la energía universal y, como decía Alberto Cortez, cuando un amigo se va, queda un espacio vacío que no se puede llenar con la llegada de otro amigo. Descanse este personaje, al que hay que recordar y ponderar todas sus virtudes por encima de todo. Un abrazo, don Javier.