Nota por Alma Moronatti
Hace 1 millón de años, algo misterioso cambió al cerebro humano que nos dio inteligencia.
Katie Pollard, una bióloga computacional, se centró en cómo el ADN en las células humanas se pliega en el núcleo. Encontró una parte especial del ADN humano que hace que nuestra especie sea única comparada con otros animales, especialmente los chimpancés y los bonobos.
Hay ciertas regiones de ADN que la evolución normalmente deja sin cambios a lo largo de millones de años, como recetas familiares atesoradas transmitidas por generaciones. La mayoría de los mamíferos comparten estas secuencias de ADN sin cambios. Sin embargo, los humanos son una excepción porque, durante un período relativamente corto de tiempo evolutivo, algunas de estas secuencias de ADN fueron alteradas.
Estas regiones alteradas se llaman «regiones humanas aceleradas» (HARs). Los científicos creen que las HARs podrían ser responsables de algunos de los rasgos que hacen a los humanos diferentes de otros animales, como nuestra inteligencia y habilidades sociales. El estudio de estas HARs comenzó hace casi dos décadas, cuando los científicos compararon el ADN de humanos y chimpancés.
Los investigadores encontraron que la estructura del ADN humano es diferente de la de otros primates, como los chimpancés. Esta diferencia en el plegado del ADN podría haber llevado a que ciertos genes en las HARs se vinculen a nuevos genes, cambiando la forma en que funcionan.
El equipo también miró el ADN de 241 especies de mamíferos diferentes e identificó 312 HARs. Encontraron que alrededor del 30 % de estas HARs se encuentran en partes del ADN que han sido alteradas estructuralmente en humanos en comparación con otros primates. También descubrieron que estas regiones son ricas en genes responsables de rasgos humanos como la inteligencia, la memoria y las habilidades sociales. Muchas HARs están involucradas en el desarrollo del cerebro, especialmente en la formación de vías relacionadas con funciones cognitivas superiores.