Por Claudio Osornio
En alguno de los primeros programas “Pulso Electoral” -que se transmite todos los jueves por Bitácora Radio- el analista electoral Alfredo Flores Ríos, nos vaticinaba la posibilidad de que las estrategias de las principales campañas electorales, estuvieran basadas en los llamados “golpes bajos”. Pues bien, el tiempo le dio la razón.
La teoría de Alfredo Flores, que incluía estrategias sofisticadas para desgastar y minar posibilidades electorales en puntos específicos de los propios candidatos, pronto se volvió realidad. Sobre todo en las campañas a la Presidencia de la República.
El primer damnificado fue el panista Ricardo Anaya, candidato de la Coalición “Por México Al Frente” a quien la propia Procuraduría General de la República (PGR) lo vinculó a operaciones de lavado de dinero. Y hasta hace pocos días, el Tribunal Federal Electoral, lo alcanzó a salvar incluso con la realización de diligencias ministeriales de por medio.
Posteriormente el turno fue para el candidato de la Coalición “Todo por México”, el priísta José Antonio Meade, quien fue señalado como cómplice de irregularidades millonarias, detectadas por la Auditoria Superior de la Federación, que involucran a más de 50 servidores públicos, justo cuando el actual candidato, ocupó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Hace unos días, el puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Coalición “Juntos Haremos Historia”, se unió al “selecto grupo”. Justo cuando fue señalado por sus propios adversarios de falsear información, al presentar su declaración patrimonial. No incluir 3 departamentos que están a su nombre en el Registro Público de la Propiedad, es el argumento en contra del “peje”.
Pero los “golpes bajos” también se han presentado entre los candidatos a puestos de elección federal en Querétaro, e incluso ya comienzan a ventilarse los mismos y alevosos procedimientos en los candidatos locales, a pesar de que las campañas ni siquiera han comenzado.
Por ejemplo Esaú Magallanes, candidato a Diputado Federal por la Coalición “Por México Al Frente”, fue acusado por el candidato de MORENA de “contaminar” el Río San Juan, atreves de una de sus empresas. Sin embargo el candidato que acusó, al ser cuestionado por la prensa, no mostró ninguna prueba de su dicho.
En el terreno de la elección local, tenemos el caso del regidor Cristian Orihuela, quien buscaba ser candidato a diputado local, pero al conocer los argumentos de paridad de género que le aplicó su propio Partido Verde, fue reasignado ahora como Candidato de Diputado Federal, afectando con ello al que era el candidato oficial; Héctor Carvajal.
En San Juan del Río, se presentó la renuncia de Vania Camacho, dirigente del PRI en esta ciudad, luego de denunciar exclusión y violencia política de género, por parte del candidato a la Presidencia Municipal, Gerardo Sánchez Vázquez, lo cual representó un duro revés en contra del candidato priista.
De la misma manera esta semana, en la capital del estado, se presentó la impugnación a la candidatura MORENA del ex futbolista Adolfo Ríos a la Presidencia Municipal de Querétaro. La impugnación fue realizada por los partidos Querétaro Independiente y Convergencia, respectivamente, aduciendo incumplimiento en la residencia del llamado “Portero de Cristo”.